SECRETOS DE UNA PASIÓN (BORUSHIN) (SASUNARU)

DEPRESIÓN

Tras volver a Konoha todo habia regresado a la normalidad. Naruto empezó a entrenar junto a Gaara para adaptarse a esos nuevos poderes que habian adquirido ambos. De paso el Kasekage aprendia también a perfeccionar su control sobre el poder del dragón de tierra.

Pero Shinki comenzó nuevamente con su acostumbrada frialdad al tratar a Boruto y otra vez  cerró su mente. Ésto lo entristeció bastante pero lo que en verdad fue minandolo por dentro era el sentirse dividido. Estaba partido en dos ya que amaba a dos personas: Shinki y Sarada.

Aquello lo hacía sentirse la peor de las personas, más aún al desear que Shinki deje de lado esa frialdad que tanto lo lastimaba. Aunque al ver cómo Sarada se esmeraba en ser tan dulce y amable con él debido a su sincero amor lo destrozaba peor que el hecho de ser ignorado por el ninja de la arena.

Ésto hizo que una semana después de lo sucedido, Boruto no pueda levantarse de la cama. Una mañana sintió que sus fuerzas le fallaban y su motivación desapareció por completo. Al punto que no se movió ni cuando su madre y hermana lo llamaron a desayunar.

Simplemente se abrazó a su almohada y ahogó un sollozo. Sintió que su padre quiso comunicarse con él mediante la telepatía pero él cerró su mente. Sencillamente no tenia ánimos para nada. Su madre entró un par de veces a su habitación pero obtuvo la misma respuesta de su parte:
- No tengo ganas de desayunar ni de levantarme mamá.

Su hermana se habia ido hacía un par de horas ya que tenia que reunirse con sus compañeros para hacer las misiones del día. Sabia que él debía hacer lo mismo pero no tenia fuerzas para salir de la cama. Solo quería llorar y empezaba a desear estar muerto ya que creía que solo con la muerte él volvería a sentir paz.

Pensaba en Shinki y en su proxima partida a su aldea sintiendo que se le rompia el corazón en mil pedazos. Sus lárgrimas seguían humedeciendo su rostro y mojando la almohada.

Odiaba sentirse así pero lo cierto era que no podía contenerse. Decir que lo mejor era que Shinki se fuera y lo ignore era una mentira ya que durante dos años eso habia hecho el ninja de la arena y lo único que logró era que el amor de Boruto hacia él aumente más aún.

Estaba dispuesto a hacer cualquier cosa por su amor, se lo habia demostrado durante el incidente del dragón de hielo y creyó que él lo habia entendido pero al parecer no fue así.

Y encima Sarada se esforzaba por ganarse el amor de alguien como él cuando en realidad deberia fijarse en alguien más, alguna persona que valga la pena y la merezca ya que él no merecia su amor. Como tampoco merecía el de Shinki.

¿Cuántas horas habia pasado allí en cama lamentandose de él mismo? Lo ignoraba y en realidad ya no le importaba.
- Shinki - murmuró con gran pesar. No soportaria ser abandonado por él nuevamente pero ya nada podia hacer. Ahogó otro sollozo en la almohada sintiendo cómo las fuerzas iban desapareciendo de su cuerpo cada vez más.

En ese momento la puerta de su habitación se abrió y los pasos de su padre resonaron allí acercandose a la cama. Le habló pero él no le respondió.

Su padre se sentó en la cama y tras sujetarlo de los hombros lo volteó colocandolo boca arriba así podrian mirarse cara a cara.

Naruto se asombró de la gran depresión en la que habia caido su hijo, aquello era en verdad alarmante. En cuanto Hinata lo llamó para contarle que Boruto no habia querido desayunar ni almorazar y literalmente no dejó la cama, además de sentirlo llorar continuamente y que cada vez que intentó hablarle no logró nada, habia dejado todo para ir a verlo.

Pero no se imaginó emcontrarlo tan mal. Sin decir nada lo abrazó tiernamente a lo que su hijo respondió con otro abrazo.

Naruto no era ningún tonto por más que fingiese serlo, sabia perfectamente que su hijo estaba dividido entre dos amores y sabía quienes eran.

Suspiró hondo mientras acariciaba sus cabellos.
- Papá ¿qué haces aquí? ¿No tienes que trabajar?
- Antes que ser Hokage soy tu padre. Levantate hijo - sin oir negativas lo ayudó a incorporarse y a sentarse en el borde de la cama - Tienes que salir de la cama o estarás peor.
- No...no puedo papá...no tengo fuerzas...papá...

Naruto no dejó de abrazarlo brindandole su chakra que Boruto sentía recorriendole su cuerpo reviviendolo aunque fuese solo un poco.

Mientras le hablaba le secaba las lárgrimas con su pañuelo.
- Se lo que sientes hijo. Estás atrapado entre dos amores ¿cierto?
-Papá ¿cómo...?
- Soy tu padre Boruto, que no diga nada no significa que no me dé cuenta de las cosas. Lo cierto es que entiendo lo que sientes. Porque también lo pasé - ante éstas palabras Boruto lo miró sorprendido - Antes de casarme con tu madre tambien amaba a alguien más de mi mismo sexo.
- ¿Tú?

- Bañate y ven conmigo hijo - Lo ayudó a colocarse de pie mientras le sonreía - Iremos a comer algo tú y yo mientras te cuento algunas cosas.
Boruto no sentía fuerzas para nada pero era conciente de que no podia seguir así.

Necesitaba salir de esa depresión en la que había caído y solo su papá podía ayudarlo. Lo abrazó sintiendose contenido.
- Te necesito papá
- Lo sé hijo, por eso estoy aquí contigo. Te esperaré abajo. No te demores.

Aunque la idea de salir no le causaba ninguna gracia debido a que se cruzaria con todos y empezarian a preguntarle cosas.

Sinceramente no estaba de ánimos para hablar con nadie. Pero una vez más su padre le leyó la mente y le dijo:
- No te preocupes Boruto, me aseguraré de que nadie nos moleste, ahora ve a darte un baño.

Mientras su hijo se duchaba él llamó a Sasuke para pedirle que envie a un grupo de Anbus para que se aseguren de que nadie se les acercara y le solicitó en especial que le pida a su hija que no hable a Boruto ni se aparezca en el sitio donde ellos estarían ya que Boruto necesitaba retomar sus fuerzas.

Sasuke lo entendió y así lo hizo. Cuando estuvo listo, Boruto salió de la casa junto a su padre confiando en que no se encontraria con ningún conocido y así fue.

En verdad sentía curiosidad de saber más sobre su padre en especial de aquel amor del pasado que su padre tuvo hacia alguien de su mismo sexo.

Si él pudo superarlo y seguir viviendo significaba que se podia salir a flote. No estaba perdido entonces.

Sintiendose reconfortado respiró el aire de la calle intentando alejar de su alma aquel nefasto sentimiento que amenazaba con matarlo.