SECRETOS DE UNA PASIÓN (BORUSHIN) (SASUNARU)

MUERTE, LA VISIÓN DE BORUTO

El acostumbrado lugar de hielo cuyas sombras se fusionan con la luz formando así un solo ser, allí donde yace el antigüo y poderoso Dragón de Hielo cuyos sentimientos fueron congelados hace muchos milenios por el maleficio de una cruel hechicera a ser condenado a vagar por toda la eternidad congelando la vida misma para fascilitarle el trabajo a la muerte.

Destinado a destruir y bajo la opresión de un guardián que solo oscuridad alberga en su interior. Ávidos de poder,  ambos buscan aquello que pueda llenar aquel vacío de sus corazones sin saber que nunca lograrán encontrarlo mientras aquella antigüa maldición persista.

Aquel sitio dimensional que ahora aprisionaba a Boruto cuya temperatura disminuía a pasos agigantados con el único fin de vencer la resistencia del prisionero, ahora se teñiría de sangre ya que será testigo de una muerte.

El guardián del dragón de hielo miró al prisionero con siniestra expresión, aquel día, mientras una cruel sonrisa se dibujaba en su rostro al tiempo que conjuraba una espada de hielo y le decía:

- Veo que será imposible robarte el poder de ver el futuro chico de la visión. En ese caso tendré que matarte aquí y ahora, antes de que tus amigos y tu padre lleguen. Ni el dragón de hielo ni yo podemos permitirte seguir con vida con semejante poder. Adiós.

Inmediatamente le incrustó la espada en su corazón. Boruto sintió cómo ese frío iba congelando sus entrañas luego de detener su corazón.

La vida se le fue como agua entre sus dedos. Escupió sangre mientras pensaba en su padre y en Shinki. ¿Por qué en sus últimos instantes de vida pensaba en ellos dos únicamente? Le hubiese gustado poder vivir más tiempo pero no podría ser así. Lo último que vió fue el rostro de su captor riendo con crueldad.

En ese instante Boruto despertó, por primera vez desde que fue llevado a ese horrible lugar pudo abrir los ojos venciendo el conjuro del sueño vacío al que había sido inducido. Había visto su propia muerte pero no lo permitiría. No moriría así ni en ese lugar ni de esa manera. Empleó su máxima voluntad para activar su poder y lograr hacer retroceder al frío.

Tenía que incrementar el calor corporal si o si. Lo que acababa de ver pasaría en menos de una hora. Debía decirselo a su padre y a Shinki ya que él aún estaba débil y no lograría destruir el hielo a tiempo. Además habia descubierto algo interesante con respecto al dragón de hielo.

"Papá, Shinki. Escuchenme con calma por favor. Acabo de ver mi futuro y...ustedes no llegarán a tiempo. El guardián del dragón de hielo me matará antes"

"¡No! ¡No lo permitiré hijo!"

"Ese futuro también será cambiado pero por mí. Ésta vez seré yo quien te salve la vida a tí Boruto. Después de todo estás en esa situación por mi culpa".

"Papá escuchame, puede revertirse si...pero tú debes renunciar a intentar rescatarme. Tú y Sarada deben ir por el dragón de hielo y matarlo."

"¡Ni hablar hijo!"

"¡Papá escuchame! Tienen que hacerlo ya que solo así podrán liberarlo de la maldición que lleva encima. Él será libre y su inmenso poder se dividirá en dos para introducirse en tí y en Sarada. Así como sucedió con el dragón de tierra que fue destruido por Gaara y Shinki y su poder se dividió también. Ahora yace en ellos...solo que ninguno de los dos los sabe. Deja que sea Shinki quien venga por mí...él no solo me podrá salvar sino que también enfrentará al maldito guardián y junto conmigo le daremos muerte. Por favor papá, confia en mí...confía en Shinki".

"Es mi deber salvarte Boruto, yo soy tu padre".

"Papá por favor...no queda tiempo por favor...confía en Shinki. Volveremos a vernos te lo prometo".