SECRETOS DE UNA PASIÓN (BORUSHIN) (SASUNARU)

Hallowen, El Mundo De Los Espectros

Habían empezado a caminar por los pasillos sombrios del interior de la pirámide, las antorchas se encendían a medida que se adentraban en el interior del lugar. Pero en un momento dado Boruto pisó una baldosa y oyó un crack seguido de un brusco movimento que sacudió el lugar al completo.

El suelo se abrió y en cuestión de segundos lo tragó para cerrarse nuevamente sin darle tiempo a Shinki de hacer nada.
-¡¡¡Boruto!!!!!

Sus alaridos retumbaron por el lugar formando ecos y desgarrando así el aire mismo. Una risa espectral se sintió que fue desapareciendo entre los muros. El ninja de la arena tenía un problema grave. Si queria salir de allí primero debía encontrar a Boruto.

Y para eso debia descender. Retrocedió sobre sus pasos y empezó la desesperada búsqueda.

Boruto fue cayendo  a ese oscuro abismo sin poder detenerse hasta dar contra el duro suelo quedando sin aire por unos instantes. Le dolia todo su cuerpo.

Cuando pudo se incorporó con cierta dificultad para observar que se encontraba en un extraño sitio. Era una sala inmensa en cuyo extremo derecho se veía un trono sobre el cual yacía un esqueleto vestido de faraón.

Hacia ambos costados habia dos candelabros de un metro de altura cuyas antorchas despedian un fuego azúl. Boruto recorrió el lugar con la mirada sin dar crédito a lo que veía.

En el centro del lugar habia una especie de piscina en cuyo interior se divisaba aguas oscuras y espesas que a medida que iba siendo iluminada la sala por las antorchas éstas se movian lenta pero constantemente.

Restos de esqueletos estaban exparcidos por el lugar. Más allá se podian ver objetos de oro de todo tipo y tamaño y al otro extremo la puerta que permanecía cerrada.

Cuando Boruto dió un paso en dirección a la puerta una extraña luz roja iluminó los ojos del esqueleto del faraón e inmediatamente un voz metálica resonó en la sala:
- Bienvenido seas a tu nuevo hogar, adelante extraño mortal. Te invito a formar parte de mi pequeño imperio aunque es un decir ya que no lograrás de aquí salir.

Odiosas carcajadas resonaron como ecos ocasionando en Boruto despertar su furia ¿en serio creía ese estúpido dragón que éstos juegos lo asustarían? Si ese era el caso le haria saber lo equivocado que estaba.

Empezó a correr rumbo a la puerta pero inmediatamente fue interceptado por ¿los esqueletos? Tuvo que esquivar los ataques y colocarse fuera de su alcance.

Ante sus ojos todos los esqueletos fueron incorporandose y reconstruyendose frente a sus ojos. El esquelético faraón reía moviendo de forma grotesca su mandibula.

Luego lo señaló con su huesudo dedo índice al tiempo que decía:
-¡Atrápenlo!

Los esqueletos se avalanzaron hacia Boruto con sus lanzas pero el ninja rubio los atacó con su rasengan logrando despedazar al grupo ese. Pero ante sus ojos vió cómo se reconstruían e incorporaban mientras otro grupo de esqueletos se disponia a atacarlo.

Esquivó aquellos ataques dando saltos pero esos esqueletos empezaron a usar el elemento fuego haciendo los sellos correspondientes. ¿Acaso se trataban de ninjas?

Frunciendo el ceño Boruto seguía esquivandolos una y otra vez. Luego lanzó tres kunai con sellos explosivos consiguiendo hacer volar en mil pedazos a varios esqueletos. Pero volvían a reconstruirse e incorporarse para contra-atacar otra vez para su mayor desgracia.

Así estuvo luchando y esquivando ataques durante varios minutos o quizas fueron horas. Boruto ya habia perdido la noción del tiempo y empezaba a agotarse. Lo peor de todo era que no habia podido avanzar hacia la puerta que daba a la salida de ese sitio.

Las carcajadas del faraón resonaban por doquier burlistas. Eso solo despertaba más su furia ya que sentía que estaba siendo acorralado sin remedio.

Saltaba esquivando ataques, usaba taijutsu contra esos espectros huesudos y ninjutsu pero nada, absolutamente nada, funcionaba ya que volvían a recontruirse irreversiblemente.

Además ellos no se cansaban pero él sí. No quería reconocerlo pero estaba acorralado. ¿Cómo podría salir de ese lugar? De repente miró al esqueleto faraón ¿y si probaba atacándolo? Nada perdía con intentarlo.

Se avalanzó a él pero el esqueleto lo paralizó empleando una extraña tecnica mientras reía a más no poder.
- Todos creen que me derrotarán pero nada más equivocado....muchacho ahora sí eres mío.

Los demás esqueletos se agruparon alrededor suyo dispuestos a sujetarlo y despedazarlo pero Boruto no se rendiría tan fácilmente.

Sonrió mirando a su enemigo y exclamó:
- No creas que me tienes maldito huesudo, estúpido dragón aquí la victoria me la llevaré yo.

En ese instante se activó el Jogan iluminandosele el ojo derecho de cuyo interior afloró una incandescente luz blanca que aniquiló a todos los esqueletos transformandolos en polvo en cuestión de segundos, incluido el del faraón.

Así Boruto quedó libre para moverse otra vez. Pero en ese instante las espesas aguas oscuras se desbordaron de la piscina y fueron acercandose a él. Boruto miraba cómo despedazaba todo a su paso.

Eso significaba que si lo rozaba sería su fin. Fue alejándose lo más que pudo pero estaba encerrado. No tenía escapatoria. Asustado y desesperado gritó:
-¡¡¡Shinki!!! ¡¡¡Ayúdame!!!

A su derecha se fue abriendo un portal detrás del cual pudo ver la arena negra que acudió en su ayuda envolviendolo y elevandolo justo a tiempo para no ser alcanzado por las aguas oscuras.

Un rugido monstruoso salió del interior de la piscina cuando Boruto traspasó el portal que se cerró inmediatamente después.

Boruto volvía a estar en los pasillos oscuros de la pirámide junto a Shinki. Se abalanzó a su moreno amor abrazandolo fuertemente mientras le decia:
-Gracias Shinki, me salvaste. Muchas gracias

Sus miradas se encontraron y sus corazones se asceleraron. Boruto aprovechó para besarlo con intensa pasión mientras Shinki lo presionaba contra su cuerpo.
- Me costó encontrarte...Boruto...
- Llegaste justo a tiempo...mi amor.

Recuperando la compostura se separaron para seguir avanzando. Habían descendido bastante por lo tanto tendrían que empezar el ascenso nuevamente.

Solo que en ésta ocasión estarian más atentos para no ser separados otra vez.