LA PRISIÓN DE HIELO

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Boruto empezaba a caer en el profundo sueño de la oscuridad poco a poco, debido a la debilidad que sentía ya que la conexión con su padre se había bloqueado. 

No obstante seguía luchando aunque cada vez tenía menos fuerza. Empujar a la oscuridad que amenazaba con devorarlo al completo y esclavizarlo era muy difícil.

Más aún con ese frío congelante que adormecía su chakra atacando su mente.

Imágenes falsas se agolpaban en su mente donde se veía a si mismo lejos de Shinki, veía al ninja de la arena burlarse de su dolor y de su amor.

Luego desaparecía para aparecer otra imagen en la que podía ver y oír a Sarada con total claridad acusándolo de haber causado la muerte del Séptimo. El odio con que ella lo miraba lo despedazaba por dentro. Veía a su padre envuelto en su propia sangre y mutilado, escuchaba a su madre y a su hermana llorar con desgarradora intensidad mientras le preguntaban con gran pesar y decepción ¿Dónde había estado él mientras su padre era asesinado por los enemigos?

Las tres lo culpaban de su muerte y Shinki se limitaba a mirarlo con desprecio y burla. Aquellas imágenes parecían ser tan reales que le desgarraban el alma misma debilitandolo cada vez más.

No podían ser reales, tenía que tratarse de una mera ilusión de su captor. Nada de eso podía ser real. Pero su captor le decía que todo era real valiéndose del hecho de que nadie iba a salvarlo. Él mismo empezaba a dudar debido al silencio de su padre. ¿Por qué no le respondía? No podía estar muerto, su madre, su hermana y Sarada no podían culparlo así. Las lágrimas humedecieron su rostro mientras empezaba a bajar los brazos rindiendose ante el poderoso enemigo.

Comenzaba a anhelar la muerte ya que no soportaría una vida así sumergida en la esclavitud.
- Papá... - murmuraba - Ayúdame...por favor...

Las crueles imágenes de sus seres queridos culpándolo y odiándolo lo lastimaban tanto que su chakra comenzaba a ser succionado con increíble facilidad de su interior para alimentar al gigantesco y poderoso dragón de hielo que reposaba allí mismo. Pero algo en él lo impulsaba a seguir creyendo que aquello podría tratarse de un juego mental macabro.

Algo le daba la fuerza para resistir semejante ataque.
Sin embargo tanto el hielo como la oscuridad iban incrementándo su poder. El hielo se endurecía más sobre su cuerpo y la oscuridad lo envolvía bajo múltiples capaz. Shinki apareció de repente en una de esas imágenes mirándolo con dolor.

Estaba parado en una pradera donde el viento se esparcía por doquier moviendo el césped y acariciando sus rostros. El ninja de la arena le susurró con mucho pesar:
- Si crees que podría burlarme de tí y de tu amor...significa que no me conoces en lo absoluto.
- Shinki...¡Shinki! ¡Ayúdame Shinki!

En ese momento el verdadero Shinki escuchó los gritos de Boruto retumbar en su mente y se detuvo, su rostro se volvió pálido mientras miraba fijamente un punto en la nada asombrado. Podía escuchar la voz del ninja rubio con tanta claridad que lo asustaba. Clamaba por su ayuda, estaba sufriendo intensamente.

Tembló de impotencia y frustración debido a que nada podía hacer en esos momentos ya que estaba imposibilitado.
- Boruto - murmuró tan bajo que Sarada no pudo oírlo
- ¿Te pasa algo Shinki? - quiso saber ella al verlo tan pálido  pero él volvía a negarse.
- Apuremos - contestó y se adelantó ya que los repentinos alaridos de Boruto lo desesperaron al punto de dejarse dominar por los sentimientos una vez más. - Boruto nos necesita con urgencia. Está sufriendo mucho.

Boruto veía a Shinki allí frente suyo pero no podía llegar a él debido a que un muro invisible los separaba.

El ninja rubio sabía que estaba contemplando el alma de Shinki quien lloraba al verlo allí. Boruto observaba el rostro tan hermoso de ese ninja con fascinación. Así el frío empezaba a retorceder junto a la oscuridad amenazante.
- Shinki
- Boruto...estoy en camino...no te dejaré solo ésta vez ¡Boruto!

Boruto empezaba a respirar con normalidad mientras el calor de su cuerpo lentamente iba en aumento.

Las palabras de Shinki lo alentaban a seguir luchando por su libertad. No estaba solo, esa simple idea en esos instantes de dolor era su mejor tabla salvadora.
- Apúrate...Shinki... - murmuró para mayor furia de su captor quien empleó su poder para bajar más aún la temperatura tanto de su cuerpo como de los hielos que lo aprisionaban. Un gesto de dolor se dibujó en el rostro del ninja cautivo.

"Shinki, salva a mi padre...por favor. Está cautivo en la cueva de las ilusiones pérdidas. Cerca de donde estás en estos momentos"

Por un instante Boruto se pudo conectar con la mente de Shinki pero esa conexión desapareció al segundo siguiente. Solamente podía conservarla con su padre.

Sin embargo el ninja de la arena recibió aquel mensaje deteniéndose de repente.
- Espera Sarada - dijo - Tenemos que salvar al Séptimo primero
- ¿Qué dices? ¿Cómo que salvarlo?
- Debemos ir a la cueva de las ilusiones pérdidas
- ¿Cómo sabes eso?
- Boruto me lo acaba de decir
- ¿Cómo dices?
- No sé cómo explicarlo pero él está luchando desde su prisión y nos sigue ayudando.
- Boruto - susurró ella con pesar y gran dolor

Sabían que tenían que ayudar a Naruto primero por tal razón apuraron el paso. 

"¡¡¡¡Papá despierta por favor!!!!".

Lejos de donde Boruto permanecía cautivo, el Séptimo susurró débilmente:
- Boruto - la oscuridad lo tenía amarrado e inmovilizado pero lentamente iba retrocediendo.

SECRETOS DE UNA PASIÓN (BORUSHIN) (SASUNARU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora