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Leah y yo ibamos camino a casa de Emily, tenía miedo de ver a Embry, quería pedirle perdón y para colmo dentro de dos horas íbamos a cenar con su madre. Ya casi llegando lo veo sentado en las escaleras con su cabeza agachada y entre sus manos.

—Embry—Él me mira y dentro de mí algo cambia. Lo veo más guapo y eso que hace unos minutos lo había visto y atacado...Su olor me encanta más que antes y ahora siento que lo amo más si aún se podía, no sé porqué pero salgo corriendo hacia él mientras que él me coge en el aire.

—Lo siento, lo siento mucho, no sé qué me pasó no quería yo...—. No puedo terminar porque ya estoy llorando.

—Pequeña no pasa nada, me tenías preocupado, ¿qué te pasa pequeña?—.

—Todavía no estoy lista lobito,cuando lo esté te lo diré—. Digo sin pensar "¿qué coño hago?", él me separa de él, junta nuestras frentes y después me besa.

—Esperaré lo que haga falta nena—. Yo le sonrío y le beso otra vez.

— ¿Nahla estás mejor?—. Pregunta Sam a mis espaldas.

—Si Sam lo siento por lo de hace unos minutos—. Él asiente sonriendome.

—Creía que ibas a matar al pobre de Embry,niña,tienes fuerza pero no como nosotros—. Añade Paul.

—No me provoques Paul,no me provoques—. Él me guiña un ojo y se va detrás de Sam creo que iban a hacer guardia.

Los demás se despidieron de mi y Seth como siempre dandome un beso en la mejilla al igual que Jacob.

Nosotros entramos con Leah y Emily a la casa,estuvimos lo que quedaba de tarde hablando y haciendo enfadar a Embry. Estaba nerviosa por que conocería  a su madre y no sabía si le caería bien,Embry lo nota y me llama.

— Tranquila mi madre te caerá muy bien, además seguro que tiene un gran pastel de chocolate hecho—. Yo sonrío muy ampliamente,me encanta el pastel.

— Estoy deseando ir ya a ver a tu madre—. Digo con la misma sonrisa amplia haciéndole reír.

—Te amo pequeña—.

—Yo también lobo mío—. Eso es lo que me gusta de él. Que después de todo lo que había pasado, le quitaba importancia al asunto y te hacia reir bastante.

Llegó la hora de ir a casa de su madre Anna así se llama. Yo seguía nerviosa, cuando la conozca, lo del bebé. Cuando se entere Embry se lo tendré que decir también a ella. Yo bufo sin darme cuenta y Embry me mira.

—Se que estas nerviosa pero tranquila. ¿Vale?, todo estará bien—. Yo solo asiento y seguimos caminando.

Después de unos minutos llegamos a una hermosa casa. De madera como todas pero con un toque especial, no sabía que era pero así lo sentí. Embry tocó la puerta y después de un minuto abre una mujer más o menos de 1,62m  delgada,su pelo era corto y color chocolate como el de Embry. En su rostro había unas pocas marcas del paso del tiempo.

—Oh cariño te e echado de menos—.Dice abranzando a Embry.

—Yo también mamá—.Se aparta de su madre y me mira, ella se sorprende.

—Mama te presento a Nahla, mi novia—.

- Oh pero que niña más hermosa,pasad que hace frío —. Entramos y me encuentro con un salón muy acogedor y grande,chimenea y unos sofás alrededor de una mesita de té. La cocina estaba situada a la derecha del salón, amplia y acogedor. A la izquierda en un pasillito un poco estrecho pero muy bien decorado estaban las habitaciones.

¿Queréis algo antes de comer?—.Pregunta Anna con una sonrisa calida.

—Un vaso de agua, porfavor— Contesto sonriente también.

—Que sean dos— pide Embry.

—Que chica más educada, claro ahora lo traígo—. Dice desapareciendo por la puerta,Embry me da un beso rápido en mis labios para después sonreírme, yo hago lo mismo.

—Bueno, y, ¿cuánto lleváis?—. Pregunta Anna llegando con los vasos y sentandose en un sofá enfrente de nosotros.

—Llevamos poco—. Digo un poco sonrojada.

—Oh porfavor, no tengas vergüenza de mí, tengo de hijo a un loco que se convierte en perro—. Se burla a lo que yo reí fuerte.

—Oh, también sé de tí pequeña pez—. Miro mal a Embry pero reí también. Estuvimos hablando por un tiempo prolongado de muchas cosas, ella me caía bien era simpática y sentía que podía confíar en ella.

Después de un buen rato, estábamos ella y yo haciendo la cena mientras que Embry veía la tele. Yo le dije a Anna que la ayudaría y después de unas cuántas negativas aceptó.

Cocinamos tranquilas en un silencio cómodo escuchando a Embry gritar "goool" por el fútbol, yo me rio y su madre me mira cariñosamente.

—Estás enamorada de él ¿verdad?—. Me pregunta con una sonrisa en su rostro.

—La verdad es que sí—. Mi cara se pone roja y ella se rie por lo bajito.

—Espero que dureis mucho tiempo—. Me da otro cuchillo.

—Corta con este, la pelea que llevas con ese no es normal,tampoco te juzgo no está afilado—.Me dice riendo y yo con ella,después de terminar nos sentamos a la mesa para empezar a comer.

—Embry ¿cómo va la manada?—. Pregunta Anna mirando a su hijo.

—Bien mamá, un poco liados por los problemas pero bien—. Contesta él con una sonrisa.

—Bueno se solucionaran—. Digo yo sonriendo a ambos.

—Claro que sí,nadie puede con nosotros—. Dice Embry con orgullo y los tres sonreímos, después de acabar. Ayudo a Anna a recoger la mesa y a fregar los platos.

Cuando llevamos un rato con ella riendo y hablando de muchos temas, nos despedimos de ella y comenzamos a dirigirnos hacia nuestra casa.

—Mañana tengo también ronda—. Comenta un poco molesto y yo me rio por eso.

—Tranquilo lobito,yo mañana iré a casa de mis abuelos. No los veo desde hace dos semanas—.

—Vale,pero ten cuidado ¿vale?—. Yo lo miro raro, esque ya se olía algo y no me lo había dicho. Él parece entender mi mirada de "¿porqué?".

— Te recuerdo que tienes que pasar por el bosque y hay un chupasangre andando por ahí—. Me tranquilizo de inmediato.

—Bueno soys muchos, alguno me olerá y me vigilará,lose—. Él me sonríe y ya estamos frente a nuestra casa.

Al entrar me quito los zapatos, estaba agotada. Pero no tardo ni dos segundos y ya tengo a Embry conmigo encima, besándome apasionadamente, ya sé lo que se me viene.

Entramos a la habitación y me deja encima de la cama besandome y acariciandome.

— Se que tienes algo que no te deja tranquila,esperaré lo que sea para que me lo digas, pero,no tardes—. Yo solo asiento y lo beso. No queria perderlo,quería a los dos. Pero si él no acepta a nuestro bebé yo no sabría que hacer, y abortar no iba abortar. Lo tendría y afrontaria este regalo que me ha dado la vida.

Volviendo al presente, Embry me acaricia mis costillas y después quita mi camiseta. Fuimos quitandonos la ropa poco a poco mientras nos besabamos.

Él iba besando mi cuello mientras bajaba hasta mi vientre, yo rezaba para que no oliera nada.Se queda ahí un buen rato besando todo mi vientre y vuelve a subir hasta mi boca,  yo suelto el aire que no sabía que tenía retenido. Otra noche donde estábamos entregandonos el uno con el otro de tantas que habíamos tenido.

Me pareció raro que iba lento como si supiera de su bebé,pero menos mal que no era así. Al terminar, me duermo al instante entres los brazos de mi hombre mientras ambos poníamos las manos en mi pancita aún pequeña.

Mi pequeña sirena,yo su lobo (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora