Tú Decides...

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*Horas después*

*8:00 p.m.*

Narra Raymond

Llegué a casa luego de un largo día de trabajo, estaba realmente cansado y lo único que quería era ir a dormir pero antes comeré algo.

Iba a dirigirme a la cocina pero en eso tropecé con algo y caí al suelo, Kaleb se acercó a mi y sólo me lamió la cara para luego irse. Suspire y me levanté enseguida, miré a un lado y era una caja con la que había tropezado, la miré confundido y luego la tomé. La caja pesaba un poco y realmente no sé que tendrá adentro así que lo mejor será ver que hay ahí.

Fui a la sala y me senté en uno de los sillones dejando la caja en la mesita del centro, la abrí y habían varios diplomas y reconocimientos, también medallas y pequeños pins de escuelas. Tomé uno de los reconocimientos y cuando leí a quien iba dirigido me quedé atónito, eran de reconocimientos de Wendy algunos de haber sido una alumna de excepcional en la universidad y otros que iban dirigidos a su academia.

Ahora que lo pienso, desde que ella murió no he ido a la academia aunque según Diego la vendieron no estaría de menos ir a visitar el lugar, creo que iré mañana, además los chicos están ocupados con los abogados y todo ese asunto de los conciertos entonces no creo que necesiten mi ayuda. Y también me gustaría conocer a la persona que compró la academia, sabiendo que estaba a la venta yo la hubiera comprado pero al parecer alguien se me adelantó.

Estaba viendo feliz los diplomas y reconocimientos y vaya que me sorprende la cantidad que hay, me imagino que Wendy siempre estuvo orgullosa de ser una alumna ejemplar y bueno como no, si desde que la conozco a sido muy inteligente básicamente era la más inteligente de toda la escuela a pesar que algunos maestros no la aceptaban pero eso ya quedó en el pasado.

Sonreí y guardé todo nuevamente en la caja, la dejé ahí y ya no lo soporte más entonces me acosté en el sillón y como pude me acomode ahí hasta quedar profundamente dormido.