[Libro 1]
"Él la miró, sabiendo con certeza que se estaba enamorando. Él la acercó y a beso bajo una manta de estrellas, preguntándose cómo demonios había tenido la suerte de encontrarla"
Dara es una chica que un día como cualquier otro conoce a Dan...
Tus experiencias son tan valiosas como tu capacidad de convertirlas en lecciones de vida.
~Cleo Wade~
Y este capitulo esta dedicado a ti, porque eres una flor valiente y fuerte, y mereces todo lo bueno del mundo.
Antes que nada, quiero que sepan que este capitulo habla sobre un tema muy delicado, y puede alterar a algunas personas.
Y perdón si no supe llevar este tema como se debe de llevar (no soy experta y lo que puede investigar me sirvió de referencia)
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Dara
Toda mi vida eh pensado que los milagros existen, que los ángeles existen, que el mal existe, pero esa noche viví ambos en un mismo instante, en un mismo recuerdo, en un mismo momento.
—¡Anda! vamos mueve ese trasero. —suplica Mariana mientras da brinquitos en la cama, mientras yo escojo mi pijama.
—¡Sabes que no soy de salir mucho a fiestas! —me coloco a lado de la puerta a esperar que salga, porque estar con la bata del baño no es cómodo.
—Pero es el último viernes antes de entrar a clases. —exacto y debo de terminar de acomodar mis cosas. —respondí rápidamente.
—¡Dara! no puedes pasarte la vida encerrada, en algún momento tienes que conseguir macho.
No le contesto por el simple hecho de que alguien tenga que estar a fuerza con alguien, es una forma de pensar de lo mas patética y también porque agarro mi celular para comenzar mi partida de Clash Royal, ella me arrebata mi celular y una ola de ira se apodera de mí. Perderé mi partida.
—Hazlo por mí, ¿me dejaras ir sola?
—Vas a ir con Charlie y Alex. —frunce los labios. —a y Samary. —añado.
—¿Y con quien me regreso? Charlie y Alex seguro se irán con una conquista, y Sam con su novio. —solloza quebradamente.
—Conseguirás un hombre que te traiga.
—¿Y si no?
Mire hacia el techo, no sé qué don tenía Mariana para convencerme de hacer locuras. —Está bien. —dije entre dientes.
Salta de la alegría me da un abrazo, y me regreso mi celular. —Escogeré tu outfit.
Se dirigió hacia mi closet, y me arrojo el top de encaje negro, y una falda dorada de lentejuelas.
—Y te pones las zapatillas de punta abierta, las de tira del tobillo. —dice señalando con el dedo índice el lugar en donde tengo mi pequeña colección de zapatos.
Sale de mi habitación y cierro la puerta, para poder cambiarme, mi cabello sigue húmedo, no tiene más de quince minutos que salí de bañarme, y en menos de una hora estábamos a fuera del edificio esperando a Charlie y Alex, como era de costumbre traían sus autos deportivos.
