40. "Todo lo que fuimos"

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—Me llamo Lucas

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—Me llamo Lucas.

—Me llamo Lucía.

Sus ojos cafés me observan de pies a cabeza, y entonces abro los ojos.

soñé con la primera vez que conocí a Dante, si me pareció atractivo, pero no creí que el se convertiría en mi novio, que me enseñaría amar.

—¿Estas bien? —miro a Alexei a mi lado, con un yogurt en sus manos. Asiento.

—¡perdónalo! —me dice el, frunzo el ceño. —Espera... tranquila. Perdónalo, pero no regreses con él, no te merece... si vives con el rencor ese rencor podría convertirte en una persona mala, y ser mala no te queda.

—Solo quiero olvidarlo.

—No, no lo quieres hacer... lo amas y eso te duele, te sientes culpable por bajar la guardia y dejar que conquistara tu corazón.

—No sé cómo hacerlo...

Toma mi rostro entre sus manos. Haciendo que mire sus ojos.

—Ustedes son muy afortunados de haberse encontrado el uno al otro, por tener un amor así de fuerte, no todos tienen ese privilegio.

—Nuestro amor no fue lo suficientemente fuerte... al menos no para él.

Un ruido nos hace separar mirada, ambos volteamos al lado de donde provenía el ruido y lo que encontramos es él carro de Charlie que se aproxima a nosotros y con él, llegan las chicas, que no dudan en abrazarme.

—Weey, no te merece, neta, que chingue su madre Dante y la morra esa.

Charlie se cruza de brazos, y solo me mira... unos segundos pasan y se acerca a mí.

—Espero no le lloraras a esa cara de verga.

—Solo abrázame. —lo jalo y abrazo su dorso, tarda unos segundos en cobijarme con sus brazos y me pesa el cabello.

—Dara te mereces el universo entero y el solo es una estrella.

—Yo lo consideraba mi universo.

Nos separamos, y todos nos damos cuenta de que un audi negro llega, ese carro es de Dante, baja del auto y tiene la cara toda llena de moretones. Charlie se pone al brinco, pero lo jalo del brazo.

—¿Qué haces aquí? —espeta Mariana. —¡lárgate con tu puta y tu hijo!

—¡Mariana! —la reprende Sam y le doy las gracias, el bebé es el más inocente de todo esto.

—¿Podemos hablar?

—¿De qué? Tú y yo no tenemos nada de que hablar.

—Por favor. —suplica, mire a los chicos y rápido entendieron mi mirada, nos dejaron solos en la orilla de la carretera y ellos entraron al restaurante.

Polvo de Estrellas || Completa Y En Corrección||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora