14. ¿Por que acepte?

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La canción de Dante JAJAJ. 

Charlie. 

Desperté, a mi lado no estaba ni Alex ni Dante, estaba solo. Me pase las manos por la cara. Dormir sobre rocas no es bueno. 

Salgo de la casa de campaña, Mariana estaba con Dara y Alex. 

—¡Buenos días! 

—Ni tan buenos. —me contesta Mariana. 

—¿Por? ¿Y Dante? —pregunto con pereza.

—No escuchaste los gritos de anoche. 

Me contesto Mariana irónicamente, mire bien a Dara tenia los ojos hinchados, y Alex estaba golpeado. 

—¿Qué paso?

Me senté en el tronco, y escuche la historia, y es que no me lo podía creer. 

—Pero que demonios hacían a mitad de la madrugada en el bosque y solos. 

Dije en tono de pregunta, y me contesto Dara. 

—Platicando sobre las cosas de la vida. 

—Entonces no se estaban besando. —ambos negaron con la cabeza. 

—Yo jamás besaría a Dara, no traicionaría a Dante. 

—Bien dicho, simio no traiciona simio. 

—¿No es simio no mata simio? —pregunto Mariana con las cejas enarcadas. 

—Si, pero lo modificamos. 

Explica Alex, terminamos de hablar y de recoger nuestras cosas, nos subimos a la camioneta que quedaba y partimos al aeropuerto. 

*****

Llegamos a Monterrey casi siendo las doce de la madrugada, me regrese solo mi casa ya que Alex se encargo de llevar a Mariana y Dara a sus casas.

Llame a Dante, pero no contestaba mis llamadas. Pero gracias a la grandiosa tecnología active buscando amigos. 

Y estaba en un bar a cinco minutos, seguí conduciendo y entre al bar.  

Tarde como seis minutos en encontrarlo entre la gente, estaba rodeado de una que otra chica. 

—Dante ¿Qué paso? 

Le pregunte una vez que ya estaba cerca de él, no estaba tan borracho y quería escuchar su opinión sobre lo de Alex y Dara. 

Su mirada estaba perdida, su voz de persona borracha pero que sabe lo que esta haciendo. 

Levanta la botella de tequila y dice: 

—¡Brindemos por Alex! 

Y se empino la botella, paso grueso y volvió a hablar. 

—Es triste amar sin ser amado, esos dos weyes son tal para cual. 

—¡Dante! 

Dije entre dientes, el volvió a tomar, de pronto vi como su cara se ponía roja, y empezó a llorar, era la primera vez que lo veía llorar. 

—La amo, la amo. 

Grito dándose fuertes golpes en el pecho. 

—¡Vámonos! 

Tome su brazo por mi hombro y lo lleve a mi casa. 

Le marque a Alex. 

—¡Esta mal! —le dije a través del teléfono. 

Polvo de Estrellas || Completa Y En Corrección||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora