[Libro 1]
"Él la miró, sabiendo con certeza que se estaba enamorando. Él la acercó y a beso bajo una manta de estrellas, preguntándose cómo demonios había tenido la suerte de encontrarla"
Dara es una chica que un día como cualquier otro conoce a Dan...
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Hoy es 14 de febrero, todos en la universidad tienen algún regalo en sus manos. Mientras que yo solo tengo mi café de Starbucks. Mañana mismo mis padres llegaran temprano, así que se me había olvidado comprarle algunos regalos a mis amigos. Así que ayer en chinga me puse a hacerles algo sencillo pero de corazón.
Le había enviado un mensaje a Bruno, que se había olvidado de mi completamente, me concentre en lo que ahora estaba pasando en mi vida.
Estamos en la hora del almuerzo que afortunadamente todos la teníamos a la misma hora, bueno no todos Dante y Mariana tenían horarios diferentes.
—Te traje estos chocolates italianos son deliciosos. —dice Charlie, y es una pena que sean chocolates.
—No les había dicho que era alérgica a los chocolates. —dije confundida, Alex y Charlie niegan con la cabeza.
—Umta, ya dime mañana. —se queja Charlie, yo arrugo la nariz y le aprieto los cachetes.
—Ten esto, esta lleno de amor mío hacia a ti. —el sonríe como niño pequeño y recibe mi pequeña caja que adentro tiene galletas, una carta, chocolates kisses y de otras marcas. —Y esta otra es para ti Alex.
Le entrego una caja del mismo tamaño, que trae lo mismo a y también tiene bombones.
—Te quiero Dara. —me abraza por encima del hombro dejando un beso en mi cabeza, y me entrega un peluche con bombones.
—Chale Dara que nos hiciste, es la primera vez que regalamos algo el 14 de febrero. —Dice confundido Charlie, y le entrega una bolsa de Pandora a Sam mientras le guiña el ojo. —Espero te guste.
—Este es para ti Charlie. —le da una bolsa pequeña a Charlie de color rojo. —Y esta para ti Alexei. —a Alex le dio una bolsa de color amarillo.
Alex le sonríe y le entrega una caja de chocolates.
Terminamos de almorzar, y cada quien jalo para su salón, las horas hasta mi ultima clase que fue Análisis Clínicos Básicos se me hicieron eternas.
—¿Y si hoy te pide que seas su novia? —pregunta nerviosamente Sam, no me había pasado esa opción por mi cabeza hasta ahora.
—Le diría que no, aun estoy en proceso en saber si si me gusta o solo siento atracción hacia él.
Ambas nos quedamos calladas, y seguimos caminando hasta llegar al estacionamiento a esperar al resto de los chicos.
Me recargo en el auto de Dante, y dicho propietario no tarda en hacerse presente.
