La chica problemas2 años después
Monterrey, la ciudad de las montañas y de las carnes asadas, ¿o no? Bueno al menos es lo que me decían hasta que descubrí que es algo más pero claro lo descubrí con el paso del tiempo.
Ese día que conocí a las personas que me acompañarían en el resto de mi vida, y como olvidar lo apresurada que caminaba en la avenida Benito Juárez, iba tarde para mi primer día de clases, claro y todo para ir a una entrevista de trabajo. Me enoje conmigo misma por no aceptar que Bruno (uno de mis mejores amigos en ese entonces) me llevase a la universidad. No estaba lejos, pero en bus se haría eterno el viaje y en metro ni se diga. Recuerdo caminar más de prisa hasta que en la esquina con plaza de la tecnología sentí un leve golpe en mi brazo derecho, que provocó que mi café americano y mi agenda cayese al suelo.
Maldecí entre dientes.
—¡Perdón! a la otra me fijare mejor por donde camino. —una voz varonil, grave pero cálida se hizo presente, levante mi mirada y vi unos ojos azules, casi grises, que me ayudaban a levantar mis cosas ya estando de pie uno enfrente del otro pude notar lo alto que era; una cabeza más alto que yo, tenía un cabello lacio y de color avellana.
—Yo también voy a esa universidad.
Tenía mi agenda en sus manos y estaba leyendo la portada. Tampoco es que dijera mucho, de hecho era una agenda azul con el logotipo de la universidad pero la estaba leyendo . Sin mi permiso. Una ira se apodero de mi y se la arrebate de la mano.
—Por cierto, ambos vamos tarde, permíteme llevarte.
—Gracias, pero no. —conteste amablemente mientras metía las cosas a mi mochila.
—Tómalo una disculpa por tirar tu café. —ambos miramos el charco en el piso. —Mis intenciones no son otras más que disculparme contigo.
Tenía una media sonrisa en su rostro, me miro y no tardo mucho en sacar una cartera de su saco color beige que llevaba puesto; me enseñó su identificación y yo vi la hora en mi reloj y no me queda de otra que aceptarle la invitación. Permanecimos en silencio en lo que caminábamos un poco hasta llegar a un auto negro.
¡Shit! pensé seriamente en correr. Una persona que tiene un carro último modelo de color negro polarizado es solo uno que pueda estar en malos pasos, desventajas de vivir el México.
—Tranquila no soy un secuestrador. —Levanté mi mirada hacia él, fue como si hubiese leído mi mente, desde ese momento debí de saber la conexión que tendría con él.
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Polvo de Estrellas || Completa Y En Corrección||
Storie d'amore[Libro 1] "Él la miró, sabiendo con certeza que se estaba enamorando. Él la acercó y a beso bajo una manta de estrellas, preguntándose cómo demonios había tenido la suerte de encontrarla" Dara es una chica que un día como cualquier otro conoce a Dan...