La leyenda que nadie quiere contar.
la vida de _____ Basteri es sumamente normal, la típica vida de una chica de 19 años que solo busca ser alguien en la vida, ella a decido estudiar en la Universidad la carrera de Filosofía.
Todo iba bien hasta que...
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Presente.....
Me frote las manos para entrar en calor , caminaba a la parada de autobuses, la luz del sol aun era inexistente, observe mi reloj de pulso 5:30 al tenia que llegar temprano a clases. Al llegar compre un boleto al Estado de Tlaxcala ya que ahí se encontraba mi Universidad.
Después de agradecerle al señor de los boletos, saque mi celular y observe los WhatsApp que no había leído la noche anterior.
-¡Tlaxcala!- grito el señor de los boletos haciendo que me sobresaltara un poco. Guarde mi celular y subí al autobús.
Las personas que estaba dentro me observaban raro y cuando pasaba a su lado, algunos hasta se persignaban, fruncí el ceño desconcentrada, me senté hasta el ultimo asiento y observe mi aspecto ¿acaso doy miedo?.
-Boleto por favor- levante la vista rápidamente y era un joven, supongo que se encargaba de cobrar y asegurarse de que todos los pasajeros tenían boleto.
-Oh si, disculpa- mostré el boleto, el chico lo tomo y lo inspecciono para posteriormente volverme lo a entregar.
-Muy bien- dijo y se alejo mi, pidiéndole a las demás personas lo mismo que a mi.
Solté un suspiro ¿Cómo será mi nueva Universidad?, solía vivir en la Ciudad de México, pero un día mi madre se accidento y desafortunadamente no sobrevivió, por lo cual tuve que abandonar mi vida en aquella ciudad, mi padre trabaja en Canadá por lo que no lo veo muy seguido solo en fechas especiales como navidad y esas cosas, así que ahora vivo con mis abuelos paternos en un pueblo que ni yo sabia que existía su nombre es "El Beso del Diablo" terrorífico ¿no? Tal vez por eso me veían así. Bueno hoy es mi primer día en en la otra Universidad, lo bueno es que no tengo que repetir mi primer semestre ya que revalidaron los materias.
El autobús freno de golpe ovacionado que choque con el asiento de adelante.
-Mierda- susurré molesta.
-¡Lo siento!- se disculpo un chico que había subido al autobús llevaba unos planos supongo que es estudiante de arquitectura.
-¡Ten más precaución niño!-dijo el chofer- muestra tu boleto.
Y así lo hizo, el chofer hizo una señal de que pasara a sentarse y para mi sorpresa le hicieron lo mismo que a mi se persignaba.
-¡Oh vamos no sean ridículos solo es el nombre de mi pueblo!- exclamo y se sentó junto a mi.
-Así que también eres de aquí- le hable.
Se giro sorprendido a verme.
-Woow, woow alguien en el transporte publico me dirige la palabra-me sonrío, tenia unos ojos muy bonitos- así es vivo aquí desde que tengo memoria, ¿y tu? Nunca te había visto. -Acabo de mudarme- explique- ¿por que hacen eso?
-¿Te refieres a persignarse?- asentí- bueno a demás de que vivimos en un sitio con un nombre como "El Beso del Diablo", también lo hacen por que en este pueblo han pasado muchas cosas extrañas, piensan que estamos malditos por el simple hecho de vivir aquí.
-¿Malditos?- el chico de ojos bonitos asintió-
-Si hace muchos años, hubo muchos asesinatos. Decían que el Diablo andaba suelto en el pueblo y que todos lo que morían, nacieran o volvían del pueblo era besado por....el de abajo- eso me asusto- Por cierto me llamo Jose Miguel pero Puedes decirme Jos es más corto me gusta más- me guiño un ojo- ¿Cuál es tu nombre?.
-Soy _____ Basteri un gusto conocerte Jos- le di la mano y correspondió al muy gustoso el saludo-.
-El gusto es mío señorita Basteri, y bienvenida a El Beso del Diablo.
