Narra _____
Cuando al fin logre terminar mis tareas pendientes, me metí a dar una ducha, tenía que relajarme un poco, después de que Prisila viniera a alterarme los nervios.
Ojala se hay ido de aquí, para no volver a verla.
Cuando termine de ducharme salí de inmediato del baño, puesto que tenía el tiempo encima, tenía solo media hora para llegar al trabajo.
Me cepille el cabello rápidamente, y me cambie de ropa, me puse algo cómodo, y añadí un gorro de lana, afuera se veía que hacía mucho frío, además cuando saliera del trabajo lo mas seguro es que estaría lloviendo.
Tome mis cosas y salí de mi habitación, encontré a mi abuela sentada en el sofá, mientras veía la chimenea arder. Fue un alivio que la vieja de Prisila no estuviera aquí.
-Abuela, ya me iré-avise y ella giro a verme rápidamente.
-Hijita- me dijo y se levantó del sofá para acercarse a mi- Lamento lo que paso.
-No te preocupes abuela- dije con una sonrisa, lo ultimo que quería era que mi abuela se sintiera mal.
-¿Estas segura?- yo solo asentí- muy bien cariño- me dio un fuerte abrazo- te cuidas mucho- dijo dejando de abrazarme.
-Siempre abuela- le sonreí.
-de acuerdo- camine hacía la salida.
Las calles seguían solas, los puestos cerrados , salvo dos personas que caminaban a toda prisa hacía mi.
-¡Linda!- me hablaron, se trataba de una señora y una joven que aparentaba unos 22 años.
Me detuve.
-¿Si díganme?
-De casualidad no los has visto- me mostro una foto de tamaño postal, la tome y la observe, me puse nerviosa al ver al pelinegro- Es mi hijo, hoy salió a la Universidad muy temprano, y desde entonces no ha regresado, nunca llega tarde y si lo hace me avisa- levante la vista y mire a la señora y a la chica que la parecer era hermana de Jos tenían un gran parecido, le devolví la fotografía.
-Lo siento mucho- no podía decir que Aidan tenía a Jos- no lo he visto.
-Gracias linda- dijo con voz temblorosa- por favor si lo llegas a ver ¿puedes avisarme?- asentí- vivo en la calle madero, en la casa número 9.
-Claro que si señora cuente con ello- vi como se alejaban de mi, parecían muy preocupadas- Jos estará bien- susurre para mi.
Al llegar a la biblioteca me encontré con Noah y Millie platicando, en sus rostros había angustia.
-Hola- salude.
-Hola _____- saludaron los dos.
-¿Que ocurre?- pregunte mientras dejaba mis cosas del otro lado del mostrador y me acercaba a darles un beso en la mejilla.
-Es que mi amigo Jos no ha llegado a su casa- comento Noah- su mamá ha venido a decirnos y la verdad me preocupa, Jos nunca hace eso de no llegar.
Millie me dio una mirada de preocupación como diciendo que Aidan era el culpable.
-Entiendo- dije sin saber que decir. No tenía que saberlo.
En eso me llega un mensaje de Asher y decido verlo.
Hola _____ te escribo para decirte que estas de suerte, no han dejado tarea, así que puedes estar tranquila, ¿Cómo estas?, ¿Ya no volvió a pasar?-Recibido 7:02 pm
Solté un suspiro por lo menos no tenía tarea.
Gracias Asher :) de hecho ya me siento mucho mejor, afortunadamente ya no volvió a pasar, que tengas linda noche, nos vemos mañana.
Guarde mi celular.
-Comenzaré a ordenar los libros- los chicos asintieron.
Con Aidan.
Bajaba las escaleras a paso lento y al llegar al final de ellas se detuvo y apareció su esclavo quien seguía en el suelo, quien tenia los ojos cerrados, y en su rostro había una mueca de dolor.
Aidan se acerco a el, pudo ver que la herida que la había causado estaba en un estado muy grave, tenia que hacer algo, era el cuerpo que utilizaría, no podía usarlo en así de mal.
Se apresuró a buscar algo con que ayudar a Jos tomo algunos trapos que encontró, una venda y lleno una cubeta con agua.
Cuando ya tenia todo listo se inclino para ver la herida del pelinegro, tomó uno de los trapos y lo humedeció para pasarlo por la herida del pelinegro para así limpiarla haciendo que Jos abriera los ojos de golpe.
-¿Que estas haciendo?- dijo asustado.
-Curo la herida que tienes- dijo secamente el ojiverde- ¿ahora quieres quedarte quieto?
Jos frunció el ceño.
-Creí que ibas a dejar que...- lo interrumpió.
-No es tiempo- dijo Aidan viendo a los ojos a Jos.
-Creí que tus ojos eran grises como decía la leyenda- Aidan curvo la comisura de su boca y siguió limpiando a Jos.
-Al parecer aun no me conoces del todo.
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Hijo de la Luna | Aidan Gallagher | Terminada
RomanceLa leyenda que nadie quiere contar. la vida de _____ Basteri es sumamente normal, la típica vida de una chica de 19 años que solo busca ser alguien en la vida, ella a decido estudiar en la Universidad la carrera de Filosofía. Todo iba bien hasta que...