Comencé a caminar de un lado a otro desesperada ¿y si voy a buscarlo? ¡No, no! puede ser arriesgado, hoy un estúpida o estúpido que quiere matarme.
Bueno igual ya sabe donde vivo y podría entrar a mi casa y asesinarme si el quiere, apague la música que aun se encontraba en la computadora y la cerré.
Agarre mi celular y busque el numero de Jos, supongo que si Aidan esta en su cuerpo debe contestar, una vez que lo encontré lo llame.
-Hola _____- escuche la voz del pelinegro.
-Aidan ¿Dónde estas?- dije rápidamente.
-No soy Aidan, el me dijo que por hoy era todo, salió de mi cuerpo, no se donde este- comento el pelinegro.
-¿Qué?- solté un suspiro y mire a la ventana- Bueno no importa, gracias Jos, te veo luego.
-¿Pasa algo?
-No, nada, no te preocupes, cuídate.
-Tu igual.
Dicho esto colgué.
¿Dónde estas Aidan?, medite un poco las cosas y haría algo que no me agradaba mucho.
Tome mi abrigo que había lanzado, una bolsa pequeña y ahí guarde la carta, mi celular, las llaves por si acaso y un gas pimienta que guardaba en el cajón de mi tocador.
Iré a buscar a Aidan.
Mi abuela no tenia que saber que me había ido por ello puse almohadas debajo de mis sabanas apague la luz y salí por mi ventana, ya se que mi habitación esta en la segunda planta pero por suerte tenían una escalera que daba a la cochera y podría bajar fácilmente por ahí.
Con Aidan.
-Te tengo idiota- hablo el chico de ojos grises para si mismo al ver a Mateo caminando por la calle con sus audífonos puestos.
Aidan sonrió de lado y comenzó a caminar hacia el chico que caminaba despreocupadamente.
Pero alguien lo agarro del gorro de la sudadera que traía puesto y lo jalo hacia un callejón.
-¿Que mierda pasa?- dijo el pelinegro quien miro a quien lo había jalado.
-¿Que demonios intentabas?- hablo la linda chica que estaba parado a un lado de el.
-El que debería preguntar algo soy yo niña ¿Qué estas haciendo aquí?, ¿no te han dicho en tu casa que es arriesgado salir por las noches?, y mas en este pueblo.
-Te estaba buscado- dijo molesta, Aidan arqueo una ceja.
-¿Así? ¿Y para que?- se cruzo de brazos.
La chica de cabello color caramelo busco entre sus cosas y saco una hoja de papel que le mostró a Aidan.
-¿Puedes decirme su sabes quien escribió esto?
-¿Y yo por que mierda tendría que saberlo?- dijo molesto, había interrumpido su oportunidad de borrar a Mateo del mapa.
-¡Léela idiota!- exclamo la chica enojada- es algo serio, y el único que puede decirme que pasa eres tu.
Aidan la fulminó con la mirada y le arrebato la carta frunció el ceño al comenzar a leer.
Narra _____.
Estaba de suerte, encontrar a Aidan fue pan comido, tan solo se encontraba a una cuadra de donde vivía, al verlo pude notar que se dirigía a Mateo muy decidido, cual quiere cosa que iba a hacer no era buena.
Al mirar sus ojos me sorprendí eran grises como cuenta la leyenda y le daban un aspecto completamente distinto a su cara se veía mas ¿lindo? ¿que? bueno eso no importa lo que importa es la maldita situación de la carta.
Su rostro se fue transformando en uno de impresión.
-¿Y bien?- pregunte esperanzada.
Aidan me miro alarmado.
-¿Quien es Aidan ? El o ella que me quieren matar ¡por tu maldita culpa!
-¡Cállate!- exclamo fuertemente lo que me hizo sentir miedo, sus ojos plata brillaban con la poca luz que la luna nos brindaba- ¡Estoy tratando de pensar Basteri!
-¡Pues piensa mas rápido!- dije desesperada.
-¿Sabes que?, lárgate a tu casa, pero ya- comenzó a chasquear los dedos- como vas- me empujo.
-¿Estas idiota?, no me voy a ir de aquí hasta que me digas de quien se trata.
-¡Escúchame bien niña, no se de quien se trata, debo averiguarlo, así que será mejor que te largues ya! ¿o que?, ¿acaso quieres que te lleve cargando hasta la puerta de tu casa?- dijo con sarcasmo.
Si las miradas mataran Aidan ya estuviera muerto y enterrado mil metros bajo la tierra.
-Cuando sepas tienes que decirme, por favor, Aidan- el giro los ojos.
-Si, descuida, yo te mantendré al tanto.
Comencé a caminar, en dirección hacia mi casa, cuando alguien me tomo del hombro.
-Aguarda, te acompañó- hablo Aidan.
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Hijo de la Luna | Aidan Gallagher | Terminada
RomanceLa leyenda que nadie quiere contar. la vida de _____ Basteri es sumamente normal, la típica vida de una chica de 19 años que solo busca ser alguien en la vida, ella a decido estudiar en la Universidad la carrera de Filosofía. Todo iba bien hasta que...