La leyenda que nadie quiere contar.
la vida de _____ Basteri es sumamente normal, la típica vida de una chica de 19 años que solo busca ser alguien en la vida, ella a decido estudiar en la Universidad la carrera de Filosofía.
Todo iba bien hasta que...
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-¡No te vas a escapar escuincla!- grito Blanca detrás de mi.
Tenia que ocultarme y también encontrar a mis abuelos, ¿Qué les habrá hecho? estaba muy preocupada, tienen que estar en la casa y no pensaba irme sin mis abuelos.
-¡Ven aquí maldita!- dijo apuntó de llegar a donde estaba.
La casa era bastante grande algo que me alegro ahora, tenía que buscar donde esconderme y decidí esconderme detrás del sofá, me metí con cuidado de no hacer mucho ruido y tape mi boca, no debía hacer ruido, recordé que había dejado mi celular en la parte de arriba, ¡maldita sea! ahora no iba a poder llamar a la policía.
-______, no vas a poder esconderte por mucho tiempo, conozco todos los escondites de esta casa- apreté los parpados- ¡vamos, sal!- dijo y escuche sus pasos cerca de la sala de estar por favor dios que no me encuentre suplique- vamos, linda, si no sales no volverás a ver a tus abuelos- las lagrimas comenzaban a salir y cubrí más fuete mi boca
Piensa ______, tienes que salir de aquí y encontrara a tus abuelos, mire a todos lados en busca de algo me ayudara a defenderme.
-¡Sorpresa!- dijo Blanca descubriendo mi escondite.
-¡Aaaaaa!- grite, Blanca iba a clavar el cuchillo, pero fui más rápida, trepe en sillón y Blanca cayó a piso, tome una de las estatuas de cerámica que mi abuela coleccionaba, lo siento abuela, pero debo salvar mi pellejo, corrí hasta donde estaba Blanca y se lo estrelle en la cabeza.
-¡Desgraciada!- dijo la vieja loca, corrí lejos de ella y abrí todas las puertas que se encontraban en mi camino los tenía que encontrar.
-¡Abuela!- grite- ¡Abuela!- volví a gritar pero no resabia respuestas.
-No pueden escucharte, después de terminar contigo ellos serán los siguientes- dijo corriendo en mi dirección, observe a mi alrededor y en una esquina estaba un bello florero, lastima que ya no será bello por mucho tiempo, tome y se lo lance con todas mis fuerzas este se estrello en su cara y cayó al piso.
Blanca quedo inmóvil, mi respiración era agitada, me acerque a ella para quitarle el cuchillo, pero ella abrió los ojos, me tiro al piso, se puso encima mío y me apunto con el cuchillo.
-¿Creíste que me había desmayado?- dijo con burla- ¡Pues te equivocas mugrosa! ahora si ¡te voy a matar por darle el libro a ese estúpido ser infernal!
-No le digas así!- le escupí y ella limpio su cara.
-¡Maldita escuincla, desde que llegaste se arruino mi vida!- dijo- siempre tener que atenderte y para el colmo que el Hijo de la Luna despierte.
Forceje para poder escapar.
-¡Tu no mereces nada Blanca!- dije con odio.
Blanca soltó una risa.
-Pronto, pronto descansaras en paz- Blanca iba a enterrarme el cuchillo cuando el timbre sonó.
-¡Ayuda¡- grite- ¡Ayúdenme por favor!
-¡Cállate estúpida!- coloco su mano en mi boca y la mordí- ¡Aaaa, maldita desgraciada!- me bofeteo.
-¡Ayuda!- volví a gritar.
-______, abre soy Noah, vine a buscarte para comer algo, Finn me pidió que te invitara- escuche la voz de mi amigo y compañero de trabajo.
-¡Noah!- volví a gritar con lagrimas en mis ojos, Blanca volvió a poner su mano en mi boca.
-¿______?- al parecer escucho mi voz, seguía intentando salir del agarre de Blanca pero era más fuerte de lo que aparentaba, se escucho que Noah forcejo con la cerradura para poder entrar- ¿Estas bien?
-Mas te vale que te calles si no quieres que le haga daño a tu amiguito- susurró Blanca.
Negué asustada, me sentía en una película de terror.
-¿_____? abre por favor- se escucho la voz seria de Noah.
-No hagas ruido maldita, en cualquier momento se va a ir- dijo Blanca.
Comencé a moverme bruscamente, logrando zafar mis piernas, le di una patada en el estomago a Blanca, ella se tiro de dolor al suelo.
Me levante lo más rápido que pude.
-¡Noah- grite desgarrando mi garganta.
-¡______! abre ahora por favor, ¿Qué te pasa?- estaba a nada de abrir la puerta cuando Blanca me agarro de cabello haciendo que cayera al piso y me arrastrara.
-¡Aaaaaa!- grite por el dolor.
-¡Aguanta ______, iré a buscar ayuda!- exclamo Noah.
