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Hoy es el día del cumpleaños de mi padre, me levanto temprano, pues Chad y yo queremos ir a buscarle un regalo. A pesar de que le dijimos que era mejor evitarlo, organizó una fiesta e invitó a una gran cantidad de personas. 

—Papá es tan imprudente a veces —me dice Chad mientras subimos al auto— sabe que los Allard no desaprovechan oportunidad para intentar matarnos y les pone nuestras cabezas en bandeja de plata. 

—Sabes que estamos de acuerdo —le digo— pero papá siempre hace lo que le da la gana, sin contar con nosotros, no dudes que van a aparecer e iniciar un tiroteo espantoso en esa fiesta. 

Chad mueve la cabeza negativamente y salimos de nuestra casa rumbo al centro comercial. A esta hora, está bastante atestado de personas que van y vienen con bolsas de compra. Recorremos el lugar buscando algo que le guste, aunque a él no le gusta casi nada, y regalarle otra arma no es una opción, es un hombre que ya lo tiene todo. Al final, nos decidimos por un traje elegante, Chad compra uno para él y yo me compro un vestido para esta noche, es de seda roja, algo ajustado en ciertas partes y muy elegante. 

Cuando salimos del centro comercial es más de mediodía, así que vamos a almorzar, de nuevo está Shawn en las noticias, que anuncian que se encuentra ya en Canadá, pero además de eso, dicen algo que me deja helada. 

«Emotivo reencuentro entre Shawn Mendes y su novia Camila Cabello.»

¿Qué? Él nunca mencionó que tuviera novia, y yo tampoco se lo pregunté, no puedo creerlo. Siento que el mundo da vueltas a mi alrededor, la idea de que esto haya sido una simple aventura y de que Shawn engañó a su novia conmigo, hace que me duela el alma. No puede ser que me haya enamorado de alguien así, no puede ser que todo lo que parecía haber entre nosotros no haya sido nada real. Sabía que todo volvería a la normalidad, que me olvidaría, pero jamás creí que hubiera alguien en su vida, alguien que llegó antes que yo y que no merece que la hayan engañado de tal manera. Me duele el pecho de una manera horrible, tanto así, que me cuesta respirar. Estaba jugando y yo lo dejé, se lo permití, puse mi vida en peligro por él. Quiero creer que esto es una pesadilla, que no es verdad, pero tendré que hablar con él, necesito escuchar esto de su boca. Me como todo lo que me sirven aunque no tengo apetito, luego, paso todo el camino a casa pensando en hablar con Shawn. Estos últimos días, hemos estado hablando por mensajes, así que, tan pronto me encuentro sola en mi habitación, le escribo: 

«¿Quién es Camila Cabello?»

Poco después, responde:

«¿Por qué quieres saber eso?»

«Porque las noticias dicen que es tu novia y quiero saber si es verdad.»

Después de escribirle ese último mensaje, dejo el celular sobre la cama y me acuesto, en verdad necesito que me responda. Pasa un largo rato y no dice nada, a pesar de que sé que ya leyó el mensaje. No quiero insistir, aunque pienso en que, si calla, es porque tal vez sí sea cierto eso. Me quedo dormida hasta que, a las cuatro de la tarde, pasa mi hermano a decirme que me arregle para la fiesta, ahora tengo todavía menos ganas de asistir, pero es el cumpleaños de mi padre y no puedo dejar de ir. Además, tampoco quiero quedarme aquí encerrada, sola y matándome la cabeza buscándole explicaciones al silencio de Shawn. Me levanto de la cama y me dirijo al armario, saco de ahí la plancha, pues por hoy iré con el cabello liso, quiero verme bien, aunque no me sienta bien. Mientras estoy arreglándome, escucho que mi celular suena y corro a ver si se trata de Shawn, así es, respiro profundo y trato de leer el mensaje. 

«Es más o menos cierto, salía con ella, pero habíamos terminado nuestra relación unos días antes de irme de gira, nadie lo sabía, luego pasó lo del secuestro, pero ahora somos simplemente amigos, no hemos hecho público nuestro rompimiento.»

Síndrome de Estocolmo || Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora