Sakura card captor "In your memory" Segundo libro

Capítulo 25|Debo decir adiós.

Yui🍀←

—Si pudieras cambiar el final de un destino ¿Lo harías?—Pregunté a Shix con quien he permanecido toda la mañana.— ¿Incluso si es peligroso?

—Preferiría mil veces tomar riesgos que lamentarme en un futuro, incluso si sale mal al menos sé que lo Intenté, incluso si no llegará a mi objetivo al menos algo cambiaría y ese cambio seria significativo para el futuro.

—Suena muy positivo y esperanzador.

—Lo importante es lo que te motiva a luchar, la causa siempre te ayudará a continuar por muy difícil que sea.—Puso la palma de su mano encima de mi cabeza.—¿Por qué preguntas? ¿Acaso es por ese chico?

¡Yui! ¡Yui! ¿ Alguien ha visto a Yui?

Una multitud de voces provenían de abajo de la torre, asomé mi cabeza del otro lado de la ventana y desde esta altura visualicé a un grupo de cadetes buscándome.

—Parece que ya no me queda más tiempo.— Susurré, luego volví a mirar a Shix.—Lo lamento, se que dije que vendría todos los días a regar la maceta para de esa forma cuidar de ti,   es sólo que hay un cambio de planes. ¿Puedo pedirte que cuides del trébol por mi? No puedo llevarlo conmigo.

—¿Vas a alguna parte?

—Debo hacerlo, no quiero vivir con arrepentimientos, tú misma dijiste que tomara riesgos.— Dirigí mi mano hacía el bolsillo de mi pantalón, extrayendo una carta doblada.— Ten, debes dársela a Eriol, asegurate de que la lea en compañía del capitán Shaoran.

—¿Por qué no se la das tú?

—Porque no me queda más tiempo, debo irme ya. Espero que en algún futuro nos volvamos a encontrar Shix, cuidate y por favor cuida de los demás.

—¡Espera Yui!

Fue lo último que escuche decirle cuando abandoné la torre, acelerando el paso al bajar los escalones.

Shix🍒←

No comprendo muy bien lo que sucede, no entiendo por qué hay personas buscando a Yui, ni del por qué esta escapando dejando una carta atrás. Lo que si sé es que debo detener lo que sea que esté intentando, mi lado racional me dice que vaya detrás de ella, es por eso que me ponga la capa que ha dejado Eriol sobre el escritorio y corro detrás de ella.

La capucha me ha logrado cubrir gran parte del cabello y un poco del perfil de mi cara, las personas están tan ocupadas yendo de un lado a otro que no se percatan de mi presencia de bruja, en ocasiones recibo un par de choques de hombros, una que otra queja pero eso no me distrae de mi objetivo. Continuó abriéndome paso para perseguir a Yui que continua corriendo, es muy ágil y escurridiza debido a su pequeña altura.

Quiero gritarle que se detenga, quiero gritar su nombre o pedir a alguien que me ayude a pararla, se que en cuanto mi voz salga todos sabrán que soy una bruja, eso empeoraría todo, se centrarían en mi e ignorarían por completo a Yui. En pocas palabras debo encargarme de esto yo sola.

Estiro mi mano sin detenerme, con la esperanza de poder sujetar el hombro de la pequeña que escapa, apenas la consigo tocar la yema de los dedos, cuando algo me hace retroceder de golpe. Una mano ha tirado de la capa causando que por su fuerza choque contra el pecho de la persona responsable.

—¿Qué haces aquí? Te dije que no salieras de la torre.—Es Eriol.

—Yui esta escapando, debo detenerla, no se ha donde va.

El semblante de Eriol cambia, volviendo la vista al frente en donde evidentemente ya no se encuentra la niña. Eriol desabotona una bolsa que cuelga en su cinturón y de el saca una radio.

—Atención cadetes, la niña Yui intenta escapar, vengan rápido a la zona central, alejen a las personas de este punto si es posible. No podemos dejar que se escape.—Seguido apagó la radio.—Tú ven conmigo, debemos salir de aquí antes de que alguien te vea.— Agarró mi mano para tirar de ella.

—¿Qué pasa con Yui? ¿Qué es lo que sucede con la niña?— Pregunté en cuanto me volvió a llevar a la torre, habíamos subido un par de escaleras por lo tanto estábamos los suficientes lejos de las personas, ninguna oiría mi voz de bruja.

—Es una larga historia, mantén tu curiosidad lejos de este asunto.—Continuó con prisa.

—P-Pero escuchame.— traté de no tropezar con los escalones, su fuerza es impresionante, ni siquiera puedo safarme de su agarre.— Ella me dejó una carta dijo que te la diera y que me asegurara de que la leyeras con el Capitán Shaoran.

La carta que hasta ahora sostenía en mi mano me la arrebató, soltando mi mano causando que resbalara al pisar mal un escalón.

—Auch.—El dolor no me detuvo para continuar hablando.— Yui dijo que ya no tenia más tiempo, se despidió de mi como si estuviera huyendo, como si no estuviera segura de volver aquí..

Eriol ya había abierto la carta para cuando le dije eso, sus ojos se desplazaban rápido por las lineas de la escritura, noté el asombro en su cara, acto seguido volvió la vista hacia el frente y sin decir nada me dejó varada. Lo hubiera seguido de no ser por mi tobillo que se había torcido, causando en mi un dolor punzante, lo único que podía hacer fue ver su espalda alejarse entre cada corrida.

Yui🍀←

No volteo hacia ningún lado, mantengo la vista al frente, evitando cruzar con algún cadete, tratando de pasar desapercibida por la multitud de gente, es a ese rápido paso que consigo llegar al "estacionamiento"

—¿Faltan de traer más cuerpos?— Me escondo detrás de una camioneta al escuchar la voz de un soldado que abre la puerta de copiloto.

—Si, nos falta un viaje, debemos traerlos para darles un entierro apropiado.— Otro soldado apareció, abriendo la puerta para subirse al asiento de piloto.

—Fue una masacre lo que sucedio con el territorio Sur, no me gustaría estar en su lugar.

—No hay nada que podamos hacer ahora, nuestros lamentos y consolación no serviran de nada. Traer los cuerpos para que descansen en paz es todo lo que podemos hacer.—Dicho esto encendió el vehículo emitiendo un sonido vibrante.

Cautelosamente me acerqué a la parte trasera del vehículo ahora encendido, con cuidado abri la antepuerta y me colé. Adentro pude sentir como la camioneta empredia la marcha, recuerdo que la primera vez que estuve en un vehículo fue cuando Sakura me rescató, es decir de camino hacia este territorio, ahora es curioso que mi segunda vez sea hacia afuera del territorio, es decir abandonando la zona segura.

—No hay marcha atrás apartir de ahora.—Me dije a mi misma abrazando mis brazos en forma de consolación.—Adios territorio Norte.

A mi corta edad, siendo una niña asustadiza tuve que escapar del lugar que llamaba "Hogar" porque había algo más importante para mi que debía proteger y si quería hacerlo debía dejar todo atrás.