Sakura card captor "In your memory" Segundo libro

Capítulo 26|La carta de Yui.

Sakura🌸←

—¿También te diste cuenta?—Le pregunté a Kento quien no despegaba su vista seria de los niños.— De que estas ropas son..

—No me di cuenta. Estas ropas yo las solía usar.— Apretó el dobladillo de su camisa como si las prendas le trajeran  recuerdos desagradables.— Nunca te conté como fue que llegué a la cueva, a diferencia de ti y del resto, yo no fui cazado ni llegué por accidente.

—Quieres decir que tú..

—Tal como lo sospechas.—Asintió con la cabeza.— Provengo de un refugio o si es que se puede considerar uno, estas ropas las solíamos usar en ese lugar, a diferencia de los territorios  este era dirigido por brujas, ahí nos enseñaban todo tipo de aprendizaje, tanto físico como mental. Todo con el único objetivo de cumplir con las expectativas de algún mago o bruja que más tarde quisiera comprarnos.

De inmediato vino a mi mente la conversación que tuve con Pribu sobre la trata de personas.

—¿Escapaste de ese lugar?

—No, es imposible escapar de ese lugar, al igual que el resto yo fui vendido a una bruja, exactamente la bruja Pribu.

—¿Pribu te compró?

—Si ¿Sorprendida? Parece que hay muchas cosas que ignoras Sakura.— Se le escapó una risa irónica.— Pribu siempre suele decir que "nunca abres los ojos" parece que es cierto. Seguro que no me creerías si te digo quien fuí antes de caer en manos de brujas.

—¿Por qué no te creería?

—Porque tú estas del lado de los humanos.— Arrugó su entrecejo, por sus gestos pude notar una oscuridad en él llena de desconfianza.

—¿Y tú no?

—Sakura, fueron los humanos quienes me vendieron a las brujas. Solía vivir en el territorio Oeste, fueron ellos los asesinos de mi madre, la vi morir cuando lo único que hacia era protegerme. Ellos mantuvieron a las personas dentro de sus muros en esclavitud, negándoles la libertad de expresión y ocultándo sus fechorías del resto de los territorios que por cierto jamás vinieron a rescatarnos, ni siquiera esas estúpidas princesas que solían entregarnos suministros cada cuatro meses. ¿Dónde estaban cuando nosotros sufríamos? ¿Por qué jamás vinieron a salvarnos? Sabían que era extraño que el territorio nunca se comunicara con ustedes y aún así no hicieron nada.—Ante cada palabra podía notar su cuerpo temblando de rabia, como si tratara de controlarse para que los niños no lo notaran, mandando toda esa intensidad a sus puños cerrados, hasta volverse blancos sus nudillos.

—Kento nosotros..

—Se lo que dirás, que si tú y los demás territorios se hubieran enterado entonces nos rescatarían. ¡Vamos! No me vengas con esa basura, hubo pistas y más de una, incluso si tú eres tonta y crees que los malditos humanos son buenos, él resto de los capitanes debió deducir que algo malo sucedía, este maldito mundo esta lleno de crueldad, por lo menos debieron imaginar lo que nos sucedía.—Apretó sus dientes.—¿Y que hicieron ellos? Tocar la maldita puerta de ese lugar y al ver que nadie salía se iban ignorando por completo la posibilidad de que algo malo nos hubiera sucedido, mientras yo a mis cinco años estaba en lo más alto de la torre gritando por ayuda.

Un nudo se formó en mi garganta.—Kento yo de verdad que..

—No confío en los humanos pero confío en ti.—Cortó mis palabras.— Por eso no me decepciones, no asumas que todos los humanos son mejores que las brujas solamente por ser "de tu especie" y en especial no confíes en ellos, en este mundo no existe algo o alguien que pueda ser tu "refugio" solamente tú puedes salvarte a ti mismo.