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O28

JooHyun dejó a SeulGi entrar y por fin se dio unos segundos para acariciar al cachorro que ladraba contento por la atención.

— ¿Q-..quieres algo?— preguntó tímida viendo a la menor solo negar mirando hacia otro lado, cualquiera que no fuera a ella.

Ambas estaban completamente nerviosas, ninguna sabia que decir, las mejillas de SeulGi estaban levemente sonrojadas aún, y JooHyun estaba hasta mil veces peor, nunca imaginó que podría decir eso, al menos no frente a ella.

SeulGi tampoco lo tenía en sus planes, su plan era disculparse con JooHyun, y que ella probablemente la rechazara diciendo que no le gustaban las chicas, pero de todas formas, esto le gustaba más que esa opción.

Tomó la pelota de goma que el cachorro le daba y la lanzó suavemente escuchando de inmediato como este corría tras ella. Se sentó en el sofá y JooHyun se sentó a su lado con distancia.

Ya ambas tenían sus sentimientos aclarados, pero seguía siendo un poco incómodo.

— ¿No tienes hambre o algo? P-puedo llamar o preparar algo para ti.— la castaña trató de sacar ese silencio incómodo.

— Estoy bien, unnie— Trató de tranquilizar sintiendo como la incomodidad se iba lento.

— ¿segura? ¿Vienes del trabajo?

— No. Me tomé unos días para ver lo de la universidad.

— No me contaste sobre eso.

— No me dejaste contartelo— Habló lo obvia aunque se arrepintió al ver la expresión de la contraria. — No quise decir eso... y-yo... quería contartelo una vez que te llamé en la noche, para que nos viéramos.

— Pero puedes contarme ahora.— murmuró acercándose más a ella.

SeulGi sonrió en grande comenzando a contarle todo lo que había pasado esos días, y JooHyun también lo hizo, ya no había necesidad de estar separadas, JooHyun se encontraba sentada con ambas piernas arriba del sillón y SeulGi también lo estaba ambas mirándose de frente.

Bonggie  había llegado unos minutos después de comenzar su plática, y se había quedado pacíficamente dormidos en el regazo de su dueña.

— ¿Aún así seguiras llamándome?

— Unnie, iré a la universidad no a otro país, estaré aquí.

— Pienso que deberías dejar tu trabajo, debes concentrarte.

— No quiero dejarlo... hable con mi mamá sobre eso-

— ¿No que ella no sabia?— Interrumpió

SeulGi hizo una mueca y jugó con sus manos, tal vez había algo más importante que no le había contado.

— Se enteró, por eso vi lo de la universidad, pero ya pasó, no es nada. Como le decía; ella me dejó seguir trabajando, también tengo que hablar con mi jefe sobre los horarios, yo también quiero concentrarme para hacerlo bien.

— Y lo harás, no seas negativa antes de tiempo, SeulGi-ah. Sé que te irá bien, yo te apoyo. — hizo puños sus manos dándole ánimos.

SeulGi río bajo por lo tierna que se veía JooHyun de esa forma y la imitó.— lo sé, pero no se librará de mi.

— mejor así ¿no?

No había apuros de una relación ni nada de eso, iban lento, un ritmo diferente tal vez, pero cómodo para ambas, JooHyun no quería presionar a SeulGi y menos ahora que entraría a la universidad, pero ambas estaban felices.

Las horas pasaron extremadamente rápido para las dos, SeulGi debía irse y JooHyun quería pedirle que se quedara aunque la entendía también. El cachorro ya estaba despierto y seguía a la menor hacia todos lados buscando jugar con ella.

La pelinegra salió del departamento quedando en el pasillo se dio la vuelta y titubeó ¿cómo se suponía que debía despedirse? ¿con un adiós nada más o que?

Hizo varios amagos de abrazarla pero quedaba en la mitad antes de hacerlo y JooHyun comenzaba a ponerse ansiosa. Tal vez ella sería de nuevo quien tome la iniciativa. Se acerco a SeulGi colocandose de puntillas y beso sus labios en un beso casto, solo un roce.

Fue suficiente para SeulGi y comenzó a caminar ya de vuelta, su sonrisa era notoria a kilómetros al igual que su sonrojo, todo había salido mejor de lo que esperaba.