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O6

SeulGi decidida se levantó  de la banca, escuchando el llamado de su amiga e ignorandolo por completo se acerco a JooHyun tocando su hombro. Ella se sobresaltó y se dio la vuelta rápidamente, pero al ver a SeulGi sonrió un poco avergonzada.

— Hola.— saludo de forma tímida JooHyun, y al parecer al cachorro también le agradaba la presencia de la pelinegra porque había dejado de tirar la Correa para ir con SeulGi.

— H-hola... Yo... soy Kang SeulGi, te había visto en la tienda.— hizo una pequeña reverencia a ella.

— Ah, Bae JooHyun.— se presentó brevemente.

— Creo que necesitas un poco de ayuda. —apuntó  al cachorro bajo suyo y lo cargó haciendo a JooHyun soltar la Correa. Bonggie pareció reconocerla porque comenzó a lamer su rostro con mucho empeño.

—Si, soy inexperta con animales, nunca he tenido un perro.

SeulGi asintió. —Yo nunca he tenido una mascota.— dijo y se encogió de hombros entrecerrando uno de sus ojos cuando las lamidas del can se dirigieron a ese lugar.

— Pues... no parece que no hayas tenido una.—

— Que sepa cuidarlos y tenerlos siempre son cosas distintas, yo llevé a este pequeño a casa y después, tuve que llevarlo a la tienda para que alguien lo adoptara.

— Y yo lo hice.— Completó JooHyun con una gran sonrisa, ahora sabia porque el cachorro se veía tan emocionado con solo ver a SeulGi.

Asintió y volvió a dejar al pequeño en el suelo que dio varias vueltas.

— Puedes entrenarlo, hay hasta tutoriales en internet.— Su tono fue algo divertido, y la castaña asintió.

— Ha estado rompiendo cosas últimamente, creí que si lo sacaba a pasear estaría más cansado.— SeulGi soltó una risa.

— Pues si quieres que se canse, deberás sacarlo casi toda la tarde, así son los cachorros, algunos siguen así hasta envejecer y otros cambian cuando son más adultos.

SeulGi había aprendido muchas cosas, aunque no tuviera su propio canino, ni mascota en general, el hecho de trabajar en esa tienda le había dado mucho de que aprender.

Estuvo hablando hasta que la mayor tuvo que irse, SeulGi sonrió al ver cómo ella desaparecía por las calles.

— ¿Qué fue eso?— Escuchó la voz de SeungWan.

— ¿Te acuerdas del corgi?— Preguntó.

— ¿Zanahorias?

— Su nombre es bonggie ahora.— Se rió cuando un puchero se hizo presente en la cara de la más baja.

— Le quedaba mejor zanahorias.— Debatió cruzándose de brazos. SeulGi le revolvió el cabello con ternura y comenzó a caminar con ella.

Seguían hablando hasta que llegaron a la gran casa de SeungWan, sus padres tenían dinero, no eran multimillonarios ni nada de eso, pero vivían con comodidades.

Se despidió y camino ahora si de vuelta a casa, y recordaba la amena conversación de ella y JooHyun, nunca pensó en que iba a ser tan agradable estar con ella, cuando la había visto en la tienda, parecía más bien fría, pero le había mostrado todo lo contrario, y bueno, había sido lindo pasar tiempo también con ese adorable cachorro.

Al llegar a su casa, abrió la puerta, pudo ver a su mamá en la sala viendo una película con su hermana mayor, sonrió y se autorizó a si misma para sentarse con ellas y descansar un rato.