PARTE 22

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Los chicos fueron a comer a un restaurante italiano. Se habían divertido un montón y no pararon de hablar de ese mundo nuevo y desconocido que se abría ante ellos a partir de ahora. Al acabar, Kuan se despidió para ir a la academia, solo Zhan se dio cuenta de que él seguía con los pies bien apoyados sobre tierra firme pero... a él no le importaba dejarse llevar por el entusiasmo, durase lo que durase. Esa noche, en "Angels in Heaven" bailaron de nuevo un tango y se sintió muy seguro y confiado entre sus brazos.

Tres días después, en la agencia de Miki, la nueva carrera hacia el éxito que pensaban emprender se cubrió de luces y sombras, más de lo segundo que de lo primero. No debían engordar ni siquiera 100 gramos, mantenerse en forma en gimnasios, acudir a clases de modelaje, canto, danza y arte dramático. Aunque él representaba a modelos nunca se sabía quién podría revisar los books, por lo que tenían que estar preparados para cualquier llamada. Les había redactado los contratos y les pidió que los leyeran con mucha atención, si incumplían alguna de las normas especificadas en ellos, se les despediría sin contemplaciones.

Nada de novios, novias o cualquier relación que pareciese sospechosa de cara a los medios de comunicación. Nada de escándalos, borracheras o salidas que no estuviesen concertadas previamente por la agencia. Horarios espartanos que debían cumplir como fuese, aunque estuviesen a punto de desmayarse por la fatiga o el cansancio y era mejor que se quedasen con los nombres que eligieron en el club, eran más sonoros y fáciles de recordar.

Los chicos se miraban unos a otros desconcertados, no se esperaban una cosa así, algo tan duro que les quitaba toda la libertad y la convertía en disciplina y sacrificios pero... valía la pena ser famosos y adorados por miles y miles de personas.

 HaiKuan habló primero. Estaba dispuesto a firmar a cambio de una clausula para él: no pensaba abandonar sus estudios y su posterior ingreso en la universidad a ningún precio. Si había trabajo, contratos de cualquier clase lo cumpliría pero, después, su tiempo de preparación o de asistencia a clases era lo más importante. Miki estuvo de acuerdo, es más, le pareció la persona más sensata que se paseaba por sus oficinas y sintió una inmediata simpatía por el nuevo contratado. Una vez legalizados los trámites, salieron de allí, preparados para comerse el mundo. Esa noche sería la última que pasarían en el club y, la emoción del momento, tuvo un sabor agridulce después de todo.

Hablaron con Dani y éste se alegró mucho por ellos, les dio un fuerte abrazo a cada uno y les deseó la mejor de las suertes. Después, sacó del cajón del escritorio tres tarjetas de visita donde venían los nombres, las direcciones y números de teléfono de unas personas: Max, Johnny y Timmy y se las pasó a Alex, eran sus amigos, los que estuvieron como clientes aquella noche con él y Marcus, no hacía falta saber más pero, si por cualquier circunstancia necesitaban ayuda, no dudasen en llamar a alguno, o a él mismo, y ya se pondrían en contacto. Alex se las dio a Leo para que las guardase y todos estuvieron de acuerdo en que fuese el depositario.

ME ENAMORÉ DEL SEÑOR "MALA SUERTE"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora