Parte 32

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-¿Y qué es lo que te importa a ti de esto que vivimos ahora?

-No lo sé, te lo aseguro, no me paro a pensarlo pero, lo que sí sé es que te amo y que me había perdido en algún lugar remoto y desconocido hasta que te miro y me vuelvo a encontrar a mí mismo y no quiero dejarte ir. Tú me importas, eso es lo que hay.

Zhan sonrió emocionado escondiéndose en su pecho. ¡Ansiaba tanto oírselo decir!, después de esos encuentros furtivos en los que apenas hablaban, sólo practicaban sexo con prisas y se quedaban dormidos.

-Yo también te amo, eres todo para mi, mi fuerza y mi estímulo para seguir adelante. ¿Nunca me dejarás?, ¿verdad?

-No podría alejar de mí esa mirada tuya y esa boca que me lleva hasta el infierno cuando no la tengo, le dijo mientras pensaba en el beso que le dio a Kuan del que ahora se sentía muy culpable.

Las caricias de Zhan lo estaban excitando, luego agachaba la cabeza y miraba esa delgadez y esas ojeras y su mente entraba en conflicto con su cuerpo. Le sujetó la cara con ambas manos y lo besó apasionadamente, dándole todo su corazón en él, su vida entera.

-Si me prometes que mejorarás y te cuidarás, que engordaras un poco, reposarás cada día y, sobre todo, que dejarás de tomar pastillas, te juro que te devuelvo la libertad que teníamos, mejor aún, la superaré con creces. Así es que, vamos a empezar ahora mismo, duérmete y descansa como es debido, velaré tu sueño toda la noche si es necesario.

Zhan estaba desconcertado y contento al mismo tiempo, ¿le había rechazado?, ¿rehusaba hacer el amor con él?, ¿tanto le repugnaba ahora? No se le ocurría pensar en cuanto amor y sacrificio había en esa renuncia de YiBo para no hacerle daño, para no dejar marcas dolorosas en su escuálido cuerpo. Las lágrimas comenzaron a resbalar por su cara silenciosamente mientras él le acariciaba el pelo con una mano y le mantenía abrazado contra su pecho, sintiendo la humedad del llanto sobre la piel. Zhan no quiso decir nada ni levantar la mirada, no sabría explicar lo que sentía al ver que no despertaba en él ningún deseo. De haberlo hecho, le hubiera visto llorar también, luchando con todas sus fuerzas para ahogar sus gritos de desesperación y de impotencia. Abrazado a él, se quedó dormido.

Al día siguiente, aun temprano, prepararon un desayuno abundante que Zhan iba apartando mientras picoteaba un poquito, ellos lo obligaron a comer y enseguida salieron de casa para que no se metiera en el baño. Fueron directamente al club de Dani que no podía estar más feliz de tenerlos allí a los cuatro, sobre todo a Zhan, al que no había visto desde hacía no sé cuánto y lo abrazó con mucho cariño. YiBo le informó sobre la visita de Max la noche anterior que no pudo comentar con los chicos.

-Las cosas aun están en punto muerto por aquí pero, ya van corriendo los rumores sobre el proxeneta y su hermano ha tomado cartas en el asunto directamente, no creo que tarde mucho en hacerlo hablar. De todos modos, la policía de antivicio se presenta casi todas las noches y están encubiertos, por eso las mafias no actúan, para evitarse redadas y detenciones que les corten el negocio por una temporada. Por cierto, YiBo, tu madre tiene que hablar contigo acerca de una carta de un bufete de abogados que ha recibido, es sobre una herencia.

ME ENAMORÉ DEL SEÑOR "MALA SUERTE"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora