Parte 59

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Los siguientes días también fueron para ellos solos, disfrutándose plenamente a cada instante, compenetrados, enamorados, compartiendo desayunos, comidas, cenas, amaneceres abrazados, largos paseos al atardecer, noches de pasión interminable en las que se alternaban para satisfacerse siguiendo sus deseos en ese momento. Recorrían tiendas comprando regalos bonitos para todos, incluso unos anillos de pareja en los que grabaron sus nombres en el interior, llevando cada uno el del contrario y aun regresaron una tarde al barco donde disfrutaron de una rica cena sobre la cubierta, sentados en los cojines del sofá de abajo. Ninguno imaginó que se podía ser tan feliz pero, todo se acaba, y apenas les faltaban dos días para que finalizase esa semana de vacaciones tan maravillosa por lo que, al llegar a casa, mientras estaban en la cama muy apretaditos, se pusieron a planear el siguiente encuentro revisando sus agendas de trabajo. Lo tenían un poco difícil pero no se desmoralizaron ni perdieron las esperanzas de una nueva reunión a corto plazo, tal vez para dentro de un mes o dos como mucho. Se durmieron muy ilusionados casi inmediatamente.

Horas después YiBo se despertó sobresaltado, jadeante, estaba sudando y las lágrimas resbalaban por su cara. Había tenido una horrible pesadilla de la que apenas recordaba unos fragmentos en los que solo veía sangre roja y espesa que formaba grandes charcos, rodeándole, mientras él trataba de huir y no podía hacerlo, le era imposible moverse.

 Al incorporarse en la cama de golpe despertó también a Zhan que, al ver su expresión tan angustiada, lo sujetó abrazándolo por los hombros. Le preguntó qué le pasaba y él lo apretó contra su pecho mientras trataba de explicarle aquel sueño. Intentó tranquilizarlo,  le acariciaba la espalda y le decía palabras cariñosas para que se calmase, encendió la luz de la mesilla para que viera que estaba en casa.

Luego, hablaron un rato sin soltarse.

-Mañana voy a ir a buscar a mi madre, le dijo YiBo, no quiero que se quede sola. Si desea estar con Dani la acompañaré, sé que él hará todo lo necesario para mantenerla a salvo.

Zhan sonrió de medio lado. A él también le parecía la mejor solución.

-Llamaré a Udo y a Shun a primera hora para que nos lleven, serán de gran ayuda por si surge algún imprevisto, ellos sabrán cómo actuar, ¿no crees?

Él le miró con una sonrisa y lo besó largamente en la boca mientras le daba las gracias y lo apretaba un poco más fuerte; aun faltaba mucho para que llegase el amanecer que les sorprendió así, abrazados el uno al otro y con la luz encendida.

Muy temprano, Zhan marcó el número de los guardaespaldas y enseguida recibió la respuesta de Udo, tardarían unas dos horas en llegar porque estaban fuera de la ciudad en ese momento, iban de regreso. Le pidió que les esperasen pero YiBo estaba impaciente, por lo que les dijo que fuesen directamente a casa de Dani, se encontrarían allí.

-Por favor, Xiao Zhan, no hagáis nada solos, las cosas están agitadas en el barrio, ¿me lo prometes?

-Te lo prometo, le respondió preocupado al ver el nerviosismo de su novio que iba de un lado a otro del salón.

HaiKuan salió de su cuarto a medio vestir, pensaba acompañarles para cerciorarse de que todo estaba en orden con su familia, así se quedaba más tranquilo. También les informó que Cheng no estaba en casa, no apareció en toda la noche.

Para ganar tiempo, Zhan sugirió que preparasen un desayuno ligero antes de salir y YiBo se lo tragó casi sin masticar. Quería irse cuanto antes.

ME ENAMORÉ DEL SEÑOR "MALA SUERTE"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora