Parte 31

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-¡Mírame!, mi cuerpo tiene el doble de tamaño que el tuyo, yo soy una persona de constitución normal y de peso normal, más bien delgado por las dietas que tenemos que hacer por nuestra profesión pero ¿y tú?, ¿es que no te ves?, ¿no te das cuenta de que te estás matando?, ¿cómo has llegado a esto?, le decía mientras le levantaba los brazos y se le pegaba la piel a las costillas.

YiBo y Cheng vieron entonces la delgadez extrema de su amigo mientras Zhan se tapaba la cara con las manos y se echaba a llorar.

-Necesitas ayuda, le dijo mientras lo abrazaba, no durarás mucho si sigues así. Habla con tu representante, con quien sea pero tienes que tomarte un descanso para recibir terapia y recuperarte, hay muchos desordenes en tu cabeza y llevas años así, subido en esa montaña rusa de pastillas, hambre y trabajo. Por favor, Zhan, tómatelo en serio, estoy muy preocupado por ti, todos lo estamos y te ayudaremos a superarlo.

Yibo lo tomó por los hombros para llevarlo a la cama, los demás salieron a sus respectivas habitaciones. El llanto de Zhan era cada vez más silencioso y se iba deteniendo entre suspiros mientras YiBo le alzaba la barbilla para besarlo dulcemente.

-Duérmete, mañana hablaremos de esto, no lo vamos a dejar pasar esta vez, le dijo mientras lo acomodaba sobre su pecho.

-No quiero dormir, esperaba que hablásemos... o que me hicieras el amor.

YiBo esbozó una sonrisa triste.

-Te veo tan frágil que no quisiera hacerte daño. Te quiero mucho Zhan y no te imaginas cuanto me apena verte así. ¿De verdad te importa tanto esta vida?

-No lo sé, a veces no puedo distinguir lo que estoy haciendo con lo que de verdad quiero hacer. Me gusta actuar, cantar. Las sesiones de fotos, la publicidad y todo lo demás me da igual porque, ahí sí que sé que no soy yo, ¿no piensas lo mismo?, nos retocan tanto que me da risa.

YiBo rió abiertamente esta vez.

-Ven aquí, pégate a mí, Sr. Mala Suerte, le dijo mientras le abrazaba con cariño y cuidado.

Zhan pasaba delicadamente las manos por su pecho y le acariciaba los pezones con las yemas de los dedos. Esas caricias se unían al olor dulce a flores frescas de siempre que emanaba de su cuerpo y de su pelo. Se dio cuenta de que lo deseaba más que cualquier otra cosa en este mundo, quería hacerlo suyo cada vez que estaban juntos y que él lo entendiese, que no tuviese dudas. 

Tenía muchas propuestas sobre sexo, relaciones formales, incluso falsas con otras actrices con fines promocionales pero, él se negaba la mayoría del tiempo. Acudía a eventos, fiestas, presentaciones acompañado; se había acostado con alguna, muy pocas, lo hizo para recordar viejos tiempos pero... Una noche, estando con su última pareja de una serie, ni siquiera se le levantó y tuvo que excusarse con ella sobre el gatillazo achacándolo al cansancio y a la falta de sueño, hasta fingió quedarse dormido a su lado, no sin antes hacerle la promesa de un nuevo encuentro cuando se sintiera mejor, cosa que no iba a suceder nunca. Sabía muy bien por qué no pudo follársela, llevaba un perfume parecido al de Zhan aunque, en ella, no olía igual, se le hacía pesado y empalagoso, incluso molesto en algunos momentos cuando se agitaba sobre él y lo abrazaba con urgencia para que la penetrase. Lo sacó de estos pensamientos la voz de Zhan que lo miraba a los ojos con esa forma suya tan única y encantadora de corderito desvalido.

ME ENAMORÉ DEL SEÑOR "MALA SUERTE"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora