Parte 41

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-Ahora vas a explicarme lo que quisiste decir antes cuando hablaste con mi manager, ¿quién eres, mi preciado amigo?, ¿quién sois?, mejor dicho, porque supongo que no podría separaros a los cuatro.

Ambos hombres se miraron sonrientes y asintieron a la vez.

-Somos ex policías, le dijo Johnny. Nos conocemos desde que entramos en la academia y pasamos juntos por toda clase de categorías y escalafones, empezando por dirigir el tráfico en las calles al principio, luego fuimos detectives en la brigada criminal, pasamos después a antivicio y, por último, estuvimos en estupefacientes, aunque no acabó del todo ahí nuestra carrera pero, siempre fuimos compañeros en cada destino. Una noche, Dani había estado como oficial de apoyo en una misión de incautación de drogas en unos almacenes y a mí me enviaron al puerto para investigar algo sospechoso entre las descargas de un barco. Sin que nos diésemos cuenta, nos rodearon los narcos y nos tenían acorralados pero, uno de nosotros, tuvo tiempo de llamar a la central para que nos mandaran refuerzos. Dani acababa de regresar, se subió al furgón policial y, al llegar hasta nosotros, vio que me estaban apuntando desde un lateral e, inmediatamente, disparó pero falló. El traficante giró su arma contra él y el tiro le atravesó el estómago mientras que la bala se quedaba alojada entre dos de sus vertebras. Yo aproveché ese momento para abatir al otro y corrí a ayudarle, estaba en el suelo sin poder moverse, por lo que lo arrastré hacia el vehiculo y pedí una ambulancia que no tardó mucho en llegar. Estuvo cerca de dos semanas ingresado sin que los médicos tomaran la decisión de operarle, le mantenían sedado para que no se moviera y cambiara de posición el proyectil. En ambos casos el panorama pintaba igual de mal y el resultado podía ser el mismo, parálisis parcial y una vida en silla de ruedas. Yo me sentía muy culpable pero él me daba ánimos y me decía que había sido un accidente, gajes del oficio.

Xiao Zhan se quedó mirando a Dani que estaba escuchando a su amigo con un codo apoyado en la mesa, sujetándose la barbilla con la mano. Alargó la suya para darle un cariñoso apretón en la muñeca mientras éste le correspondía el gesto con una cálida sonrisa.

-Pedí una excedencia y estuve cuidándole todo el tiempo, continuó Johnny pero, una noche, se despertó a duras penas para decirme que quería que le operasen, no soportaba más esta espera en la que no se sentía ni vivo ni muerto. Mi lucha interna fue terrible, aunque tampoco podía tomar yo esa decisión pero, él era mi mejor amigo y llamé a sus padres, que ya eran mayores, para explicarles el caso. A primera hora de la mañana estaban en el hospital, no esperaba que fuesen unas personas tan buenas, comprensivas y generosas; supongo que Dani es como ellos, le dijo mientras le ponía una mano en el hombro para darle unas palmaditas cariñosas.

Zhan estaba emocionado al verles y no se perdía ni un detalle de sus muestras de afecto mutuo y sincero.

ME ENAMORÉ DEL SEÑOR "MALA SUERTE"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora