Parte 33

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Él abrió mucho los ojos.

-¿Una herencia?, ¿nosotros herederos?, que yo sepa, el resto de mi

familia no tiene nada que legar.

Zhan miraba a unos y a otros sin comprender una palabra: ¿policías de antivicio, un proxeneta, guerra de mafias?... ¿qué significaba todo aquello?

HaiKuan observaba los gestos de su cara y lo tranquilizó.

-No te preocupes, ya te lo contaremos más tarde, la cosa va bien, afortunadamente, ¿verdad Dani?

-Así es, y ahora dejaremos que los chicos vayan a sus casas mientras tú y yo charlamos un rato, le dijo a Zhan y este asintió aun con la mosca detrás de la oreja.

YiBo iba hacía la suya pensando en la misteriosa herencia pero, aun le preocupaba más lo que sentía por Kuan. Cada palabra suya lo atraía, cada gesto, cada mirada... lo deseaba, lo quería... estaba sumido en un mar de dudas, a caballo entre dos hombres. A uno no iba a dejarlo ahora que estaba pasando un mal momento, lo amaba y no le parecía bien, pero al otro... no tenía intención de perderlo si las circunstancias los separaban más y más. Su mente era una incógnita indescifrable cuando se despidieron en el portal.

Su madre lo recibió con un cariñoso abrazo y muchos besos en la cara, .cosa que hizo reír a YiBo con ganas. Estaba arreglada, peinada y llevaba un bonito vestido de flores con un escote discreto que la hacía parecer más joven. Aun era joven, mejor dicho, apenas tenía 45 años. La casa también estaba cambiada: algunos muebles nuevos, un flamante y cómodo sofá, una televisión, cortinas... ¿acaso ya no se jugaba todo el dinero? Se lo preguntó.

-No, ya no voy a las casas de apuestas y todo esto lo he comprado con lo que me das tú y aun tengo mucho guardado en una cartilla de ahorros en el banco.

YiBo la miraba con cara de pasmado mientras su madre se reía.

-Estoy saliendo con alguien.

Tuvo que sentarse por la sorpresa, aquello sí que era un notición cojonudo y quiso averiguar más pero su madre no le daba pistas.

-¿Desde cuándo?, hablo contigo casi a diario por teléfono y no me has dicho ni pio.

Ella reía y reía como una jovencita adolescente.

-Apenas llevamos algo más de un mes pero, es un hombre encantador que me hace sentir como una verdadera dama y me llena de atenciones, salimos en mis días libres, paseamos, me lleva a comer a restaurantes de moda, a visitar algunos lugares bonitos y... ¡hasta a museos y exposiciones de arte!

YiBo no podía más, estaba muerto de curiosidad pero su madre no estaba dispuesta a confesar.

-Te diré quien es cuando me sienta más segura con él, con nuestra relación quiero decir. No hemos hablado de lo que sentimos el uno por el otro, nos estamos conociendo todavía pero... me gusta y si no sale bien, pues...

La abrazó fuerte.

-Saldrá bien mamá, eres buena, cariñosa y valiente, me has criado a tu manera pero lo has hecho, me has sacado adelante y me has inculcado tus principios y convicciones para que no me dejase llevar por el ambiente del barrio, si no, ¡quién sabe dónde estaría yo ahora!, le dijo mientras le daba un beso en la frente.

ME ENAMORÉ DEL SEÑOR "MALA SUERTE"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora