Parte 57

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Adoraba los labios de su amante que se deslizaban hacía los lóbulos de sus orejas mientras escuchaba la respiración entrecortada por los besos y las lamidas, el aliento cálido que bajaba por su cuello y la garganta, unido a la lengua que lo recorría suavemente, chupando, succionando, mordisqueando los hombros, acercando una mano a su entrepierna para tocarlo y acariciarlo sobre el pantalón. Luego le lamió los pezones que se erizaban y se levantaban entre esos labios, primero uno y después el otro, mientras la mano se introducía por dentro de la ropa para sujetar su pene, lo que le provocaba gemidos de placer. Esta dedicación de Zhan lo estaba excitando como nunca, le acercaba hasta su boca para besarlo con furia y deseo mientras su amante le bajaba el pantalón para liberar aquel miembro que luchaba por salir completamente erecto e hinchado, con las venas marcadas y el líquido pre seminal rebosando por la punta. Le besó los testículos, los sujetó con una mano mientras los masajeaba y lamía su pene de abajo arriba, deslizando después dos dedos sobre el perineo para frotarlo y acercarlos a su abertura. Este movimiento hizo que YiBo se agitase levemente, se volvía a tensar al pensar en la intromisión pero, su amante, se limitaba a masajearla dulcemente alrededor, besándole el vientre y bajando hasta las ingles, acariciando el interior de sus muslos, metiéndose la punta de la polla en la boca hasta que él la deseaba más adentro y levantaba las caderas. Zhan tomó un poco de lubricante y se lo vertió entre los dedos, luego le puso un poco a él y siguió tocando por fuera mientras lo notaba relajarse, esperando que continuara. 

Metió un dedo con mucho cuidado entre el gemido de sorpresa que dejó escapar YiBo mientras trataba de acostumbrarse a él, que enseguida encontró su punto prostático y lo presionó para que experimentase ese especial placer que le arqueaba más la espalda y le hacía agarrarse fuertemente a las sábanas, suspirando, jadeando. Le metió después dos y estuvo girándolos, entrando y saliendo, tocando su próstata cada vez y en cada embestida. Zhan vertió lubricante en su miembro mientras se masturbaba para alcanzar su misma dureza y luego le acercó la punta a la entrada dejándola así, retrocediendo después y volviéndola a acercar con pequeños golpecitos de cadera. Lo giró de espaldas y se tumbó sobre él pidiéndole que cerrara las piernas mientras metía la polla entre ellas iniciando un frotamiento deslizante por el perineo, lo que hizo que YiBo alzase su trasero para sujetar su pene y masturbarse mientras le recorría las nalgas y se las pellizcaba con la otra mano libre. Se corrió con un ronco gemido mientras su amante lo hacía sobre las sábanas, entre sus muslos, en aquel apretado y cálido hueco. 

Aquel orgasmo lo sedujo, lo dejó con ganas de probar más pero, Zhan estaba cansado, habían sido muchas emociones en un mismo día y aun les quedaban unos cuantos más de vacaciones, no pensaban desaprovechar ninguno por lo que, le propuso que fuesen a un hotel spa para relajarse y que les dieran toda clase de masajes y tratamientos, cosa que éste aceptó encantado mientras le besaba por todas partes sin soltarlo con un fuerte abrazo.

Se dieron el lujo del spa durante toda la mañana, entre piscinas, bañeras burbujeantes de agua caliente y fría y duchas a presión para tonificar los músculos. Por la tarde masajes de todas clases, frotados con ungüentos y esencias que eran un verdadero placer para los sentidos y, por último, unos cuantos tratamientos de cremas y aceites para la piel del cuerpo y del rostro. Luego, tocaba subir a una bonita suite muy amplia y luminosa, donde había velas perfumadas encendidas y unos pebeteros de incienso que invitaban de nuevo al placer y al sueño reparador, junto a un jacuzzi preparado con sales de baño y espuma, mientras la música chill out sonaba de fondo en el ambiente. 

ME ENAMORÉ DEL SEÑOR "MALA SUERTE"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora