Parte 15

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Conforme pasaba el rato, a ambos les era muy difícil entablar una conversación amena con esos tipos; cuando intentaban algo nuevo, contestaban con monosílabos o se quedaban con la mirada perdida en otra parte, como si no les interesase lo más mínimo estar allí con ellos. Tampoco dieron ningún detalle sobre su trabajo o familia, eso no fallaba nunca por lo que, a Marcus, se le ocurrió sentarse en medio para estar más cerca de Alex y mantenerlos separados. Volvieron a empezar repasando temas, si los clientes seguían callados, charlaban el uno con el otro como si no les importase tampoco su silencio. Muy de vez en cuando les hacían alguna pregunta breve y sin importancia hasta que, en un momento dado,  se fueron soltando y pasaron a contar chistes, algunos eran tan malos que provocaban la risa, a desafinar con canciones picantes o a chismorrear sobre los famosos. El hielo estaba roto y vinieron las copas, eso suelta la lengua de cualquiera pero, estos, aguantaban como cosacos bebiendo vodka. Por lo menos ya se reían y participaban sin exagerar, sin desentonar tanto con el resto de los clientes. Alex miró hacia la barra durante unos segundos y Marcus hizo lo mismo, Dani les hizo el signo de Ok con los dedos disimuladamente. Resultó que eran amigos personales suyos y era la primera vez que estaban allí como clientes, les apetecía conocer el lugar cuando empezaba la actividad. No era una explicación muy convincente pero les bastó para deducir que no era necesario que supieran nada más y, al final, fueron ellos los que acabaron contestando la mayoría de preguntas personales que les hicieron los señores casi de forma paternal, mientras escuchaban sus respuestas con verdadero interés.

Marcus tuvo que ir al baño y, a la salida, Dani le dijo al oído que esperasen al cierre, hasta que estuviese todo completamente vacío y Alex lo vio. Cuando se levantó más tarde para ir también, recibió el mismo mensaje. No fue tan duro aguardar hasta entonces como lo había sido al principio, cuando les parecía estar en medio de un velatorio del que no veían la forma de escapar.

Dani fue hasta ellos y los hombres se levantaron a la vez para abrazarse y darse fuertes apretones de manos unos a otros con cariño y camaradería, como si hubiesen pasado años sin verse, luego, entablaron una conversación trivial sobre la marcha del negocio que no podía ser mejor. Cada día el local se hacía más conocido tan solo por el "boca a boca" y estaba pensando contratar a más chicos para poder atender a todos los clientes. Marcus aprovechó para mencionarle lo de sus dos amigos, aunque a uno no lo conocía pero confiaba en el criterio del otro y Dani los citó para el día siguiente, debían presentarse en su despacho tres horas antes de abrir. Alex miró a Marcus y ambos comprendieron que teníam que marcharse para dejarles hablar a solas.

ME ENAMORÉ DEL SEÑOR "MALA SUERTE"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora