parte 84

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Dos semanas después

El tiempo sigue pasando para ambos amigos, se hacen videollamadas a altas horas, 11 o 12 de la noche, son el último rostro que ve el contrario antes de dormir cada noche, son el apoyo del otro, algunas veces se dicen palabras de aliento o lo bien que se ven, ambos se sonrojan, aunque a ninguno le incomoda, David a ido a terapia hace dos días mientras que Julio había ido por primera vez hace un día, los dos se platicaban como se sentían yendo a terapia, iban al mismo lugar, incluso con la misma psicóloga se sentían felices de saber que ambos estaban recibiendo ayuda

Pancho, Robert y Julieta habían citado a los dos amigos en la casa de los Copper, Pancho y Julio llegaron a la casa, la puerta fue abierta por Dave, que vio primero que nada los ojos verdosos de su amigo, sonriendo un poco de alegría

-Pasen, mi papás están en la sala- dijo el morenito, padre e hijo pasaron, primero el adulto, Julio vio igual a Dave y al entrar sus manos rozaron, colorandose sus rostros

-Hola Julieta, Juan Roberto, ya llegamos- saludo Pancho

-Hola pancho- respondió Julieta

-Pasen, siéntense- agrego Robert

Los López entraron en la sala y se sentaron, Pancho en el sillón individual mientras que Julio en uno de los lados del sillón para dos, el matrimonio Copper Aguilar se sentó en el sillón para tres y Dave a un lado de Julio

-¿Y como te sientes Julio?- pregunto Julieta

-Pues bien, la terapia me ha ayudado mucho y también hablar con Dave y tener el apoyo de toda la familia, a veces si me siento medio triste por lo que pasó, pero estoy bien- contesto el ojiverde

-Que bueno por ti- hablo Robert

-¿Y tú Dave? ¿Cómo te ha ido con eso de la terapia?- siguió Pancho

-Bien, a veces tengo pesadillas y cuando voy por la calle siento que se me quedan viendo, pero se que no es así, que solo es una imaginación y que poco a poco lo dejaré de sentir y hablar con Julio me da cierta tranquilidad- respondió el castaño

-Me alegraescuchar eso, ustedes dos han sido muy fuertes con eso que vivieron- irrumpió la única mujer -Si algún día se sienten mal o los recuerdos los ponen tristes, recuerden que han sido muy, muy fuertes, que nos tienen a nosotros, a la familia y se tienen entre ustedes-

-Si Juli, gracias-

-Gracias Mamá, lo sabemos- ambos jóvenes sonrieron a los adultos

-Niños, bueno, la verdad del porque los quisimos ver aquí es porque tenemos algo que decirles, a los dos, pero queremos sus opiniones- dijo Robert

-¿Y que es?- pregunto Julio

-Nosotros creemos que están listos para ir a la escuela de nuevo- continúo Pancho

-Han avanzado muy bien con la terapia, y ya los vemos más tranquilos, pero no nos queremos dejar llevar por nuestras propias opiniones- irrumpió Julieta

-Pues...- Julio tomo uno de los cojines del sillón y lo puso sobre sus piernas, el cojín era suficientemente grande para cubrir también el pequeño espacio entre el y Dave, tomo la mano de su amigo por debajo del cojín -No se, por un lado si me gustaría y por el otro tengo un poco de nervios-

-Yo estoy igual- apretó un poco la mano de Julio -Si quisiera ir a la escuela, pero me dan nervios y un poco de miedo, pero miedo de que todos sepan lo que pasó y nos molesten por eso-

-Es el mismo miedo que tenemos nosotros- contesto Pancho -Hay gente que se podría burlar y tomar lo que pasó como chiste, también nos da miedo que los lastimen, por eso les queríamos preguntar a ustedes-

Davulio...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora