Davulio...

parte 38

-Ti farò sentire quel dannato paradiso- dijo Guido mientras desabrochaba el botón de su pantalón

-¿Q...que dijiste?- pregunto Julio arrugando la sabana de la cama para poder taparse su intimidad

-Que te haré sentir como nunca sentirás en la vida-  contestó con el pantalón desabrochado, y dirigiéndose a un buró cerca de la cama, Julio no le despegaba la vista

Guido abrió uno de los cajones, urgo dentro de el y saco dos cosas: unas esposas y un aparato de plástico color rosa

-¿Listo para esto?- preguntó dejando el "juguete" sobre el buró y mostrando las esposas al menor mientras se acercaba a el

-Alejate- decía el pequeño mientras retrocedía aun sobre la cama

--¡Ven aquí!- grito el italiano tomando al menor del brazo y girándolo bruscamente

-¡Quitate!- forcejeaba el menor, pero el peso sobre el era mayor

Guido tomo los dos brazos del pequeño haciendolos hacia atrás, de un momento a otro sintió como un aro de metal se envolvía en su muñeca derecha y luego en la izquierda, lo habían esposado, inmediatamente sintió como le volvían a dar la vuelta, las piernas del mayor estaban a los costados de las del pequeño y el intento de cubrir la intimidad del pequeño ya no funcionaba

El italiano solo veía al pequeño bajo el con una sonrisa, se inclino, estirando su mano para tomar el dildo del buró y se lo mostró al menor

-24 centímetros de placer puro- dijo pasando la punta de plástico por la tela de la camisa de Julio

-¡Quita de encima!- se quejaba mientras de removía

-Veamos que escondes bajo la camisa- dijo el adulto tomando la parte baja de la camisa del joven y levantándola, poniéndola por detrás de la nuca de Julio, pero sin quitarla -Sei molto carino- dijo tomando el juguete y pasándolo por el pecho, bajando hasta el abdomen y terminando en la pelvis del joven

-De...dejame, ¡quitate!- los intentos de liberarse eran inútiles

Las palabras de Julio fueron ignoradas y una mano del mayor se dirigió a uno de los botones rosados que adornaban el joven pecho del menor, apretándolo y el rostro del adulto no se quedo atrás, llenado directo al otro pezón, empezando jugando con el, con ayuda de la lengua y luego mordiéndolo y succionando

-Ahh...pa...para- jadeaba por el dolor que le causaban las mordidas

-Te haré sentir muuuy bien- dicho esto, Guido se deslizo hasta poner su cara cerca de la zona del menor, y con ambas manos flexiono las delgadas piernas de Julio

-De...detente- se quejaba mientras movía las piernas

-Esto te va a fascinar- dijo antes de meter la punta del aparato rosa en su propia boca, cuando lo saco dio un vistazo a la, aun en desarrollo, zona intima del menor, y sin esperar mas, lo metió un su boca

-Uhmmm...pa...para...no...no hagas eso- decía, estaba asustado y algunas lágrimas salían de sus hermosos orbes verdosos, mojando las almohadas

Antes de que el aun niño, pudiera decir algo mas, la mano del adulto tomo el dildo y, de un solo movimiento, metió mas de la mitad en la entrada de Julio

-¡Aaaaaaaa!- grito de forma desgarradora al sentir ese plástico duro dentro de el, las lágrimas no tardaron en salir con mas frecuencia

-Llora, grita, gime...gime, eso me gusta mas- dijo Guido antes de volver a meter en su boca el miembro del menor, Julio ignoro al mayor, lo único que le importara era que esa cosa saliera de su interior