parte 32

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-!!JULIO!!...!!DAVE!!- gritaba un descuidado joven de diecinueve años en el mismo parque por octava vez -¿donde están?- susurro para si mismo dejándose caer de rodillas mientras seguí llorando

Ari y Temo habían ido a un parque que quedaba a algunos minutos de su universidad luego de que salieran, el aspecto de Temo era de alguien que no había dormido bien en los últimos días, y era verdad, ya ni se preocupaba por verse bien, incluso en sus clases se veía mas desanimado y no ponía la atención que normalmente tenia, si iba a clases era porque su novio se lo pedía, pero de su cuenta, el hubiera buscado todos los días e incluso noches a su hermano y al mejor amigo de julio, que para el, era casi como su primo,  simplemente ya no era el, o al menos, no completamente

-Temo...- hablo Aris tras de el mientras se acercaba

-No están aquí...- respondió aun con las rodillas en el suelo y dejando caer los brazos a sus costados

-Ven- dijo el rizado ayudando a su novio a ponerse de pie y dándole un fuerte abrazo -pronto los encontraremos- le dijo casi al oído al mas bajito, mientras el también dejaba escapar algunas lágrimas

-Ari...y si...y si no los...-

-No lo digas- interrumpió el mencionado -pronto...ya verás- dijo abrazándolo aun más fuerte -ven- volvió a hablar separándose un poco del abrazo -tenemos que irnos-

Temo se separo de su novio, el cual paso su brazo por el hombro del menor para empezar a caminar había al carro que Pancho le había regalado a Temo cuando este cumplió la mayoría de edad, ambos llegaron y Temo fue el primero en entrar en el asiento de copiloto, Ari se dirigió al lugar del conductor, y sacando la llave de su bolsillo, puso en marcha el auto, yendo a la casa de los Lopez-Corcega, donde el rizado se había quedado a dormir en los últimos días para poder apoyar a su novio

Cuando llegaron a la casa, Temo bajo lentamente, estaba apagado, decepcionado de que no pudieran encontrar a Dave y a Julio, ambos entraron en silencio, encontrándose a Pancho, Susana, Sebastian, Axel y Lupita cenando, aunque no se varían muy animados, más bien parecía que lo hacían para no sentir hambre en la noche, por obligación fisiológica

Todos voltearon a ver a los recién llegados, y supieron que su búsqueda no había salido nada bien, cada día Temo se veía aun peor que el anterior, y eso preocupaba a todos

-Temo, Aris, venganse a cenar- hablo Pancho mostrando una sonrisa mas fingida que nada

-Si Pancho...vamos tahi- dijo Ari tomando a Temo de la mano

-No tengo hambre- respondió el Lopez

-Temo, ya hablamos de eso, tienes que comer- menciono el Corcega

-Si Temo, vente a comer algo- interrumpió Lupe

-Vamos Temo, debes de comer para que estés bien- hablo esta vez Susana

-Gracias...pero no tengo hambre, enserio- dijo esbozando una sonrisa fingida

-Temo...- reprocho Ari

-Enserio Ari, estoy bien, no tengo hambre, solo algo de sueño-

-Esta bien Temochas, ve a dormir un rato-

-Gracias Papancho...con permiso- finalizo para luego subir las escaleras hacia su habitación

-Pancho, sabes que Temo no ha comido bien, ¿como lo dejas irse así de fácil?- cuestionó el rizado acercándose a la mesa donde todos estaban

-Lo se...pero también se que no ha dormido bien, ¿no es verdad?-

-Si-

-Pues también necesita dormir-

Davulio...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora