Davulio...

Parte 20

Espero les guste esta canción, a mi me parece muy buena.
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Ambos pequeños ya habían terminado sus respectivos platos, y como días anteriores, no tenían nada que hacer, no tenían ni un medio de diversión, y, a decir verdad, la situación en la que estaban no tenia demasiados puntos para buscar algo divertido

Los minutos habían pasado, extrañamente, aunque no tenían mas de dos horas de haber despertado, el sueño los había invadido

-Julio, yo...- fue interrumpido por un bostezo

-Tienes sueño, ¿verdad?- dijo antes de bostezar también

-No soy el único-

-Pues, mejor nos acostamos un rato-

-Si, ya hasta pareces un vampirito- dijo entre una pequeña risa y levantándose lentamente de la silla

-¿Como me dijiste?, deja te ayudo- mencionó igual entre risa

-Yo puedo solo-

-No me importa- y así se acerco a Dave para ayudarlo a llegar a la cama

Una vez que el mas pequeño de ambos estaba acostado, el otro rodeo la cama y se acostó a un costado de su amigo

-¿En serio parezco un vampiro?- pregunto el ojiverde con una sonrisa en el rostro

-Uno muy lindo- esa frase hizo que ambos se sonrojaran, los dos voltearon a verse a la cara, el sonrojo iba en aumento, y la sonrisa de los amigos se asomo en el momento, el silencio se apoderó de aquel lugar y poco a poco fueron vencidos por el sueño

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-Hum...¿donde estoy?- se pregunto a si mismo el pequeño de Dave, trato de incorporarse, pero un repentino movimiento brusco lo hizo golpearse en algo duro, fue en ese momento que supo donde estaba, iba en un carro, al parecer no era el mismo en el que habían sido llevados a la casa, tenia vidrios polarizados, lo sabia porque se veían oscuros desde dentro, al voltear vio a Julio atado y tirado sobre el piso del carro, extrañamente no se había despertado, ni siquiera con el repentino frenon

-Vedo che ti sei svegliato- dijo Guido a través del retrovisor, Dave miro hacia adelante y la única figura que pudo reconocer, fue la de Guido, solo eran tres en aquel auto

-¿Que hacemos aquí?, ¿a donde vamos?, ¿ahora que quieres?- la voz de Dave sonaba angustiada

-Vamos a un lugar...speciale-

-¿Qué?-

-Vamos a ir a...que importa, ¿les gusto el desayuno?, yo mismo lo prepare?-

-¿Que tiene que ver eso?- la risa de Guido apareció repentinamente, luego de algunos segundos en los que Dave no comprendía el porque de la risa, logro comprender -¡¿Que le pusiste a la comida?!, ¡¿Que le hiciste a Julio?!-

-No grites, solo...digamos que se me paso de dosis-

-¿Dosis?-

-Hay...eres tan ingenuo y tan inocente, eso les gustara-

-¿Que?, ¿a quienes?-

-fai troppe domande, bambina- Guido salio por la puerta del piloto para rodear el auto y abrir la puerta justo atrás del copiloto, lugar en donde estaba el pequeño

-¡Alejate!, ¡Ayuda, por favor!, ¡Ayuda!-

-¡Callate!- el imponente grito de el italiano fue acompañado de una cachetada hacia la cara del menor -tus intentos son inútiles, nadie pasa por aquí a esta hora- dijo sacudiendo a Dave de los hombros

-¡Sueltame!, por favor, dejanos ir- suplico llorando

-Y perder un buen negocio, no lo creo- dicho esto, le quito la camisa al menor para usarla como mordaza y evitar que hablara -Ya te lo dije pero, eres muy lindo- uno de los dedos de Guido recorrió el pecho de Dave, deteniéndose en uno de sus pezones y apretándolo

-¡Ummmm!-

-Quisiera seguir esto- dijo deslizando su mano por el dorso desnudo del niño hasta su pequeña cintura, casi hasta su parte intima -pero tenemos que ir a otro lugar- alejo su mano y tomo un par de esposas que estaban bajo el asiento de copiloto, se las puso a Dave, poniendo sus pequeñas manos tras su espalda, la cual Guido también acaricio

-Bueno tenemos que ir a otro lado- el italiano cerro la puerta y regreso a su asiento para poder empezar a conducir de nuevo a un lugar aun desconocido

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