parte 99

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Ha pasado una semana desde que Alex les contó a sus amigos y hermano sus sentimientos hacia el gemelo Rey, luego de la declaración del chico David quedó pensando bastante, esa noche había dormido en la misma habitación que Julio, solo que fue el último en dormir, pensaba en los sentimientos que Alex había dejado salir, recordaba las palabras que Julio le había confesado, las que él mismo había dicho, se recostó de lado viendo a su amigo dormido al lado

Dave vio la pálida piel de Julio con ayuda de la poca luz que entraba por la ventana, su pecho cubierto solo por una camiseta sin mangas color azul subía y bajaba lentamente, vio su nariz y labios, sus pestañas descansando en sus párpados cerrados, pasó su mano delante de la cara de su amigo

-Julio- susurro sin recibir respuesta, lo cual esperaba

Sonrió al ver sus facciones, aún jóvenes pero que empezaban a cambiar por la edad, su piel lisa en todo el rostro, su cabello castaño sobre la almohada y la frente, pasó su mano suave y lentamente por la mejilla del contrario, se acercó hasta que sus labios tocaron la piel que anteriormente había tocado con la mano, se separó esperando no haber despertado a Julio, por suerte así fue, el chico seguía en sus sueños

-Te quiero...- dijo de forma inaudible -No, no te quiero...te amo- removió un pequeño mechón de cabello que estaba sobre la frente del dormido, antes de acercarse más a su amigo, recargando levemente su cabeza en el pecho del contrario, escuchando nuevamente aquel rítmico sonido que lo calmaba, los latidos de Julio, de alguna forma se habían vuelto un sonido que le gustaba escuchar, era tranquilizante para él, talvez por el hecho de que provenían de su mejor amigo, amigo que le había hecho sentir diferente

David se limito a recostar su cabeza sobre el pecho de Julio, dejando que su respiración se sincronizará con la del contrario, sintiendo como el pecho sobre el que se recostaba subía y bajaba lentamente, escuchando los latidos tranquilizadores que seguían un ritmo casi musical muy tranquilo, escuchaba atento cada uno, esperando unos minutos antes que el sueño se apoderada de él

David se había quedado pensando toda esa semana lo que Alex les confesó, lo que él mismo sintió al dormir junto a Julio, no era la primera, pero se sintió diferente, sentía algo dentro de si que quería salir, ya había salido una vez, pero sentía que faltaba algo más

Esta tarde Dave se había quedado solo en la casa, pues sus padres habían ido a trabajar, se hubiera ofrecido a cuidar a sus hermanos menores, pero tenía algunas tareas pendientes, por lo que aprovecharía la tarde para realizarlas y dejar otros días libres, ya había terminado dos de ellas y tomaría un pequeño descanso para merendar algo, tomo una manzana de la mesa y se sentó en la sala, mordió la fruta crujiente, disfrutando el sabor dulce de esta, observo el interior de su merienda, viendo el color blanco de la misma, blanco, lo que le recordó a Julio, un sabor dulce, relamio sus labios, el dulce de una manzana le hacía recordar a su amigo, observo el alimento en su mano, tomo otro bocado de ella, y otro y otro hasta terminar el jugoso fruto, sin pensarlo, sonreía

-Julio...- dijo para si mismo sosteniendo los restos de la manzana en su mano, se levantó del sillón para tirar los restos, lavó sus manos para regresar a dónde estaba haciendo las tareas, tomó su celular que estaba al lado de su cuaderno, abrió WhatsApp y mando un solo mensaje

"Julio, puedes venir? Aquí te espero en mi casa"

Pensó un poco antes de presionar el botón de enviar, libero un pequeño suspiro antes de mandar el mensaje, el mensaje fue enviado y recibido instantáneamente, visto solo tres minutos después y como era de esperar, el López respondió a su amigo

"Si, si puedo ir, pasa algo?"

David leyó el mensaje con la voz de Julio en su cabeza, sonriendo al mismo tiempo

Davulio...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora