parte 26

126 13 2
                                    

La noche transcurría normal, todos en esa habitación estaban dormidos, Julio había pasado de forma inconsciente su brazo por arriba de su amigo, ambos dormían bien, se sentían protegidos

De pronto y en medio del silencio, la puerta fue abierta con extrema cautela, a la habitación entraron dos personas, ambos sujetos se dirigieron a la cama de Alex, de forma rápida, uno de ellos amordazó al adolescente mientras que el otro inmovilizaba sus brazos con sus manos, a pesar de que Alex trataba de liberarse, fue un intento en vano, las fuerzas de aquellos hombres eran mayores que la de el

Una vez que su boca no podía producir algún ruido que despertara a alguno de los jóvenes que seguían durmiendo, los hombres tomaron a Alex, uno de los brazos y otro de las piernas para posteriormente salir del cuarto sin hacer ruido

Una vez fuera, uno de aquellos sujetos se dio a la tarea de llevar al joven sobre su hombro, si bien el tenia dieciséis años, no era muy alto y ese hombre era fuerte, lo llevo cargando, subiendo una escalera y parándose frente a una puerta, Alex sabia donde estaba, alguien había solicitado su "servicio", pero era la primera vez que lo llevaban de esa forma

-Entren- hablo una voz, la voz de Guido Mussi, el hombre que lo cargaba abrió la puerta y se adentró a la habitación donde ya esperaba Guido, Alex fue arrojado sobre la cama matrimonial antes de ver como las personas que lo habían sacado de la habitación donde dormía con los demos jóvenes, salían dejándolo solos a el y al italiano

-Ciao Ale- dijo acercándose a la puerta para cerrarla con llave

Alex se quito la mordaza, por suerte no habían atado sus manos

-No me llames así- dijo en tono frío

-¿Por que no? Ale- hablo Guido acercándose a Alex

-Por que no me gusta-

-Pero antes te gustaba que te llamara así ¿o no?- cada vez el italiano se acercaba mas al adolescente, el cual iba recorriéndose hacia atrás en la cama

-Antes era un estúpido, ya no- sus nervios crecían, pero no quería que se notaran, por lo que se mostraba fuerte

-Certo che no, tu eras muy lindo- dijo subiéndose a la cama, cada vez estaba mas cerca del joven

-Claro que si, fui un completo idiota al confiar en ti- la voz de Alex había aumentado su tono

-Vieni qui- hablo Guido con un tono suave, mientras tomaba una mejilla del menor con su mano

-¡No me toques!- grito Alex alejando la mano contraria de un golpe

-Eso no dijiste la primera vez-

-¡Callate!, era mas joven e iluso- unas lágrimas  salieron de sus ojos.

-Eras mi joven e iluso Ale- sonrió Guido de forma cínica levantándose de la cama

-¡Claro que no!, yo no era tuyo ni de nadie- la lágrimas empezaban a brotar de sus ojos

-¡Tu eras y eres mio, quien cuido de ti, te ayudo, te dio de comer, ¡¿Quien?!, dime quien te dio tanto...vi por ti cuando nadie más lo hizo- las palabras de Guido habían calado en el interior del adolescente, todo era verdad, sus ojos estaban liberando demasiadas lágrimas, no quería revivir todo lo que había pasado

-¿No vas a decir nada mas?...Ale- dijo el italiano acercándose al oído del joven

-¡Quitate!- grito Alex haciendo que Guido retrocediera al sentir el grito casi en el oído

-¡Que te pasa!- grito enojado el adulto

-¡Si!, mi primera vez fue contigo, y lo acepto!, acepto que...¡que sentía algo por ti!, fui un estúpido al creer que sentías algo por mi- sus ojos no paraban de llorar, estaba diciendo la verdad, una verdad que dolía en su interior -¡Tambie se que me ayudaste solo por conveniencia!, me diste varias cosas- el dolor se había vuelto aun mas grande solo de recordar su pasado -¡Pero también me quitaste mucho!, mi libertad...mi dignidad- Guido solo oía las palabras que le decían, era la verdad, pero no le importaba -pero...nada me duele tanto en el alma, ni haber sido abusado, secuestrado, humillado...nada me duele todos los días, como lo mas horrible que me has hecho...¡me quitaste lo único que tenia!...a la única persona que tenia en mi vida- Alex no pudo aguantar mas, el sufrimiento estaba acabando con el, no podía dejar de sollozar entre palabras, su respiración era agitada -¡Me arrebataste a la razón de que siguiera vivo!, ¡el era solo un niño!...me quitaste a Christian- dijo entre un sollozo -Me quitaste a mi hermano- finalizo en un susurro, era doloroso para el recordar eso cada día, pero lo era mas tener que decirlo, Guido Mussi lo separo de su hermano

.........

Davulio...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora