parte 5

241 16 6
                                    

-Bienvenidos a su hogar- dijo Guido a los jóvenes- que non hanno nulla da dire-

El mayor se acercó hasta los menores, a los cuales despojo de la venda que tenían en sus bocas para que dijeran algo, el mas pequeño solo atinó a tomar una bocanada de aire, por la satisfacción de tener su boca libre, mientras que Julio habló con un tono frío

-Dejanos ir-

-¿Por que debería de hacerlo?-

-Porque yo lo digo, y si no lo haces te las veras con mi papá-

-El nunca sabrá donde estan-

-Claro que lo va a saber, y cuando eso pase te vas a pudrir en la cárcel-

-Si, como tu digas- dijo soltando una risa pequeña en señal de burla

-De que te...- el Lopez no pudo terminar su oración, pues la mano del italiano se dirigió de nuevo a su boca con la mordaza que recién le había quitado

-Parli troppo, mejor callate, y tu pequeño, no tienes nada que decir- dijo acercándose a Dave, el cual inmediatamente empezó a retroceder como pudo del mayor de todos los ahí presentes, pero Guido logro estar muy cerca de el, de forma que la respiración del adulto podía ser sentida por el menor, sin duda era algo muy incomodo

-Quitate, me das asco- dijo Dave mientras volteaba el rostro hacia otra dirección y aunque en el fondo sabía que eso era verdad, también había otro sentimiento; miedo

-No seas tan grosero con tus mayores- dijo con enojo Guido mientras con una mano tomaba el mentón del menor para verlo de frente -Sabes, de cerca eres mas lindo- menciono con un tono de voz bajo

-¡Alejate de el!- grito Julio, el cual al ver como se acercaba el italiano a su amigo, hizo su mayor esfuerzo para quitar la mordaza de su boca, acción que logro

Guido se sintió muy enojado por el simple hecho de que un niño le gritara así que en la posición que estaba, arrojo con poca fuerza a Dave haciendo que se recostara completamente en la cama, se levanto y se dirigió hacia el lado donde estaba Julio

-Aver mocoso, a mi nadie me grita, mucho menos un enano como tu, y nadie me dice lo que debo hacer- dicho esto lanzo una nueva bofetada al rostro del menor, el cual contra sus fuerzas permaneció sentado en la posición que estaba, son importarle el golpe, viendo una vez mas a Guido con un enojo creciente en su interior

-Mi hermana pega mas fuerte que tu- dijo con una sonrisita en su rostro como forma de burla

-A si, ya veremos, dime si esto tampoco te duele- dijo dando un golpe el el estomago del menor, haciendo que este se doblegara ante tal acción, la cual lo sofoco e hizo que perdiera el alimento -Y mira, nadie me dice lo que tengo que hacer- finalizo, acercándose de nuevo al mas pequeño de los tres presentes en el cuarto -Observa- dijo dirigiéndose a Julio

Guido tomo de nuevo a Dave por la cara con algo de fuerza, este se resistía, pero el mayor tenia mas fuerzas que el, Guido se acerco mas al rostro del menor, en especifico, a sus tiernos labios

-No lo hagas- menciono Julio aun tratando de recuperar el aliento

El mayor de todos solo vio al Lopez con una mueca un su rostro antes de voltear de nuevo hacia Dave, continuo de unir sus labios con los del menor, acción que el pequeño detesto, ese beso estaba lleno de odio por parte de Guido, y por lado del menor, que intentaba safarse de ahí, pero que sin la ayuda de sus, aun, amarrados brazos, resultaba casi imposible, se sentía miedo, desesperación, angustia

Pasados unos segundos el adulto se separo de Dave, el cual solo se recorrió aun mas hacia atras, topandose con la cabezera de la cama,

-¿Te gusto?- pregunto al menor, pero con una risa que solo mostraba una burla hacia lo que acababa de hacer, los ojos de Dave empezaron a cristalizarse como señal de que había odiado, como nunca odio, ese beso, su "primer beso"

-Ja- fue todo lo que dijo Guido para acercarse a Dave, voltearlo y quitar las sogas que tenían amarradas sus manos y pies, el pequeño solo temblaba ante lo sucedido, después de liberar al mas pequeño, fue en dirección del otro joven, pata hacer lo mismo

-¡Dave!, ya, no llores- dijo Julio acercándose a su amigo, limpio con un dedo la lágrimas que habían salido de sus pequeños ojos cafés, y finalizo con un abrazo como consuelo

-A presto- se despidió Guido atravesando el umbral de la puerta tras el, cerrándola con llave

-¡Abre la puerta malnacido!- fue lo que salió de la boca del Lopez, pero sin dejar de abrazar a su amigo, no recibió respuesta alguna -Todo va a estar bien, te lo prometo-

-Lo se, juntos lo lograremos- menciono Dave entre un sollozo mientras mostraba una sonrisa a su amigo

.........

Davulio...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora