You had to kill me, but it killed you just the same

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-Dahyun-

Despertaba cada día con mi hermosa novia a mi lado desnuda, nos turnábamos para prepararnos el desayuno pero terminábamos peleando por que siempre queríamos sorprender a la otra.
Vivir con Sana es el paraíso en la tierra, las heridas de mi corazón ya no me atormentaban como solían hacerlo. Estando con ella casi siempre se esfumaban al instante pero al trabajar me costaba cada vez mas mantenerlas dentro.

A pesar de amarnos infinitamente en ocasiones discutíamos, al igual que el primer año de noviazgo, nos enojábamos por días y otros por minutos. Pero siempre lográbamos arreglar nuestras peleas y terminábamos haciendo el amor. 

La mayoría de las peleas se debían a mi mal humor, todo me afecta demasiado o lloro de la nada, se que Sana nunca dice nada con mala intención y parte de su personalidad es ser así. Es por eso que me odio por hacerla creer que hizo algo mal.  

En la oficina todo era horrible, trabajo sin fin. Desastre tras desastre, era como si viviera en una avalancha. Ahora entiendo la razón por la que me eligieron de presidenta, si las cosas salen mal seré la primera culpable, si hay una decisión difícil yo debo encargarme.

Tener un puesto tan importante hacia que me diera cuenta de un montón de cosas que antes no estaban a mi alcance, incluso personas que creía confiar ya no me parecían tan buenas. Tengo que salir de este lugar lo antes posible. Tengo una idea, puede salir increíblemente mal o puede salir bien.

Todo ese peso y el hecho de tener que pasar demasiadas horas extras me tenían muy estresada, lo único que alegraba mi día era llegar a casa. Pero al mismo tiempo sentía que entre antes terminara esto, mas pronto seria libre de esta empresa.

Sana me sorprendía de vez en cuando dejándose caer en mi oficina, en ocasiones solo se sentaba ahí a jugar en su teléfono y en otras hacíamos el amor en mi escritorio. Su presencia hacia los días menos duros y me despejaba la cabeza. 

Nunca me deja de sorprender lo bien que me hace tenerla a mi lado.


Casi las nueve de la noche y aun no termino el papeleo, el edificio estaba casi vacío por excepción del personal de seguridad y unos cuantos internos.

-Eres muy blanda-dijo mi padre apenas audible-deberías deshacerte de la junta, solo se aprovechan de ti.

-Lo se, pero no estaré aquí por mucho mas-dije respondiendo.

-¿Crees que no se darán cuenta?-dijo molesto-¿Vas a dejar caer todo esto por tu orgullo?

-Caerá sin mi de todas formas, antes de mi, tu y tu equipo de mierda tenían las acciones por el piso. Yo las hice subir e hice esta empresa lo que es en este momento. Ahora me tome unas semanas de descanso y no pudieron hacer absolutamente nada mas que hacerla caer. Solo me hace pensar, ¿por que tengo que mantener a flote tu mierda o las de ellos?  Dejare que se hunda y llevare a la cima kimnatozaki. Sin antes tomar todo lo que pueda.

-Aprendiste de mi. 

-No me compares contigo.

-Todo ese egoismo... ¿Qué hay de las personas que te pusieron de presidenta?

-Fue para salvar sus propios traseros, piensa bien, si no era yo nadie hubiera sido capaz de sacarte. Incluso ahora tratan de influenciarme pero siempre voy un paso adelante. Me asegurare de que las cosas sean beneficiosas para mi y me llevare a quien se lo merezca o de verdad crea en mi.

-Nadie dejara el grupo Kim para seguirte a Kimnatozaki.

-Es por eso que servirá de prueba de lealtad. Pero siendo sincera.. nadie lo merece en este momento, no hay nadie que sea leal o valioso. Solo son abuelos egoístas, todo se ve tan claro ahora. Apenas cambie los demás hoteles a nombre de kimnatozaki comenzare la venta de mis acciones, cada una a personas diferentes. Sera una perfecta ensalada.  

What You Waiting ForDonde viven las historias. Descúbrelo ahora