8. Esto es divertido

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Shinso

Poco antes de que todos los estudiantes hayamos sido asignados a nuestras habitaciones en los dormitorios U.A., recordé haber escuchado una conversación entre Shota y Yamada la noche en la que empacaba mis cosas:

– ¿Por qué hiciste el comentario del traidor en la reunión con el resto de profesores? – preguntó el pelinegro mientras tomaba una taza de café. ¿Traidor? ¿Alguien filtra información de U.A.?
– Porque eso explicaría el ataque al UJS y en el campamento, cuya información solo lo sabíamos nosotros – era la primera vez que escuchaba una voz tan grave en el ruidoso rubio
– Hacer esas suposiciones no haría más que crear una cizaña interna, poniéndonos uno contra otro
– Shota, – haciendo una pausa – esta serie de eventos no parecen ser un hecho aislado, alguien tuvo que haberlo planeado
– ¿Crees que no he pensado en eso? Este tipo de incidentes no ocurrieron durante nuestra época como estudiantes. Pero por ahora, solo podemos aumentar la seguridad para mitigar las posibles filtraciones. – Levantándose para llevar la taza al fregadero. – Esperemos que, estando bajo vigilancia, no haya oportunidad de que ocurra ningún otro incidente. – Ambos se escuchaban entendiblemente preocupados, pero, la siguiente pregunta era algo en lo que jamás habría pensado
– ¿Qué tal si se trata de un estudiante? – sentí como mis ojos se expandieron y mi presión cardíaca aumentó
– No puedes suponer algo tan serio a la ligera – su interlocutor agravó la voz. Estaba enojado. – No tienes pruebas para si quiera sospechar de algún alumno.
– Perdóname Shota, no quería alarmarte – escuché el arrastre de una silla. – En la primera ocasión terminaste gravemente herido y en la segunda, Ragdoll fue despojada de su don, un estudiante fue secuestrado y otros tantos terminaron gravemente heridos. – La voz del rubio se quebró – Shota, no sé qué habría hecho si te volviera a...
– No me va a ocurrir nada – su voz estaba más calmada. – Esto solo significa que debo ser más observador y mejorar mis capacidades de detección de anomalías. No permitiré que ocurra ningún otro incidente. – Ambas voces se calmaron, aunque era posible escuchar un tenue sollozo que no era difícil adivinar a cuál de los dos hombres pertenecía.

Aún estaba detrás de la pared, sosteniendo una de las cajas con mis pertenencias cuando Miko, una de nuestras gatas, me asustó haciendo que varios de mis libros quedaran esparcidos en el suelo. Ante el estruendo, ambas figuras se separaban de su abrazo mientras yo me encontraba en el umbral de la puerta de la cocina, iluminado por la luz de la lámpara como si estuviera en una sala de interrogatorios. Unos segundos antes, y estaría terriblemente jodido.

– Lamento interrumpir – recogiendo los libros, esperando que no sospecharan de mí
– No pasa nada – dijo el pelinegro
– Seguiré empacando – mencionó el rubio, quien tenía los ojos rojos.
– ¿Te falta mucho para terminar?
– Esta caja y otra más. – Sosteniendo el objeto cúbico.
– Vendrán por ellas a primera hora mañana, asegúrate de que estén listas. – Pasando a mi lado.
– Shota – lo detuve. – ¿Crees que estaremos más seguros en los dormitorios? – Él permaneció inexpresivo y yo empezaba a arrepentirme de preguntar.
– Esa es la idea. Bajo constante vigilancia, es menor la probabilidad de que ocurran incidentes internos y que podamos intervenir ante los externos. ¿Por qué?
– Sólo quería estar seguro – esperando que no pudiera leer a través de mí
– Aunque no vivamos bajo el mismo techo, voy a seguir monitoreándote y los entrenamientos lejos de cesar, van a aumentar así que, una vez te instales, al día siguiente seguiremos donde lo dejamos la última vez – a este punto estaba frente a mí y yo ya estaba arrepentido de preguntar
– Sí, lo supuse – acarició mi cabello y se alejó por el pasillo.

Esa noche, el pensamiento de algún traidor entre los profesores, y aún peor, entre los estudiantes, no me dejaba tranquilo. ¿Cómo podríamos identificar algún traidor? No debí escuchar esa conversación.

Las semanas siguientes, las clases siguieron habitualmente, pero en los pasillos, los murmullos por la conflictiva clase 1–A del curso de héroes no dejaban de escucharse.

Mientras nos encontrábamos realizando combates de cuerpo a cuerpo, donde al menos pude notar que ahora me era más fácil resistir por mayor tiempo los ataques de Deisuke.

En uno de nuestros reposos, coincidí con el rubio de don eléctrico en los lavaderos.
– ¡Hola Shinso!
– Hola Pikachu
– Mi nombre es Kaminari Denki
– Me gusta más el otro. – mostrándome una mueca.
– Sí claro, molesta al que tiene un don eléctrico mientras te lavas la cara.
– ¿Así? Pues si de riesgos hablamos, es sorprendente que, pese a mi control mental, me sigas hablando. – Su rostro palideció y llevo sus manos a su boca. – Descuida, si lo hubiera querido, ya lo habría hecho.
– ¡No confío en ti! – cubriendo nuevamente su boca. No pude evitar reír.
– Eres por lejos el que mejor me cae de esa clase tan problemática en la que estás. Son todos unos fastidiosos.
– Gracias... supongo. – Es curioso cómo me recuerda a alguien, pero no identifico quién. – ¿Puedo hacerte alguna pregunta? – levanté una ceja – Bueno, otra.
– Adelante
– ¿Puedes preguntarte a ti mismo para usar tu control mental sobre ti mismo? – la pregunta me dejó desconcertado, pero su expresión seria me indicaba que, en realidad, estaba hablando en serio
– A ver si entendí, ¿me estás preguntando si puedo tener control sobre mi propio cuerpo? – una vez reformulada su pregunta, adquirió un intenso color rojo y no pude resistir las ganas de reír. En eso uno de sus compañeros de clase, el que dispara cintas de sus codos, lo llamaba.
– Debo irme. Fue un gusto verte, Shinso.
– Nos vemos luego – sorprendido de mi propio comentario. Creo que era la primera vez que le decía algo parecido a alguien. El chico sonrió antes de alejarse corriendo. Fue un sentimiento extraño, pero no me molestaba.

Supongo que sí querría volver a verlo.   


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Ya se le están mostrando los colores a Shinso.

Dato #9

Durante el proceso de escritura fue cuando se publicó folklore de Taylor Swift, y una de las canciones con las que relaciono el Shinkami es "The 1"

"And if my wishes came true
It would've been you
In my defense,I have none

For never leaving well enough alone
But it would've been fun

If you would've been the one"

...

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