49. ¡Bienvenido!

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Shinso

– Aprobé el examen para ser parte del curso de héroes – sentando al frente de la tumba de mis padres. Me sentía abrumado, de los diez que aplicamos, solo yo conseguí aprobar. Pese a conseguir mayor puntuación en el examen teórico, Ibara no consiguió entrar; espero se encuentre bien, aunque con su optimismo, no me extrañaría. El día anterior, tras haber terminado de haber empacado mis pertenencias, le pedí a mis tutores la tarde del domingo para venir a dejarle unas ofrendas a mis progenitores. – Las cosas no resultaron como quise, pero estoy muy feliz por haber ingresado. – Mientras estuve bajo el control mental de Monoma, podía escuchar y percibir todo a mi alrededor, como las pisadas de Kaminari a mis espaldas y como éstas se desvanecieron mientras el rubio que había usado su don en mi contra se aferraba a mí.

Qué manera tan desagradable de experimentar los efectos de mi propio don sobre mí.

– Ahora estaré en el dormitorio correspondiente y la verdad no sé cómo sentirme al respecto. – Tenía motivos de sobra para sentirme abrumado. Obviando la insignificante molestia que ahora implicaba Mineta, tras haberlo mantenido al margen en más de una ocasión, estaba a gusto con la idea de quizás poder compartir más tiempo con Midoriya, considerando que es una de las pocas personas que he conseguido tolerar. Pero mi mayor inconveniente sería ahora hacerle frente a Kaminari después de ese fatídico encuentro; y no lo culparía. En su cabeza lo cité para que me viera darle semejante espectáculo en confabulación con el idiota de Monoma. Comenzaba a sentir migraña.

El olor a incienso era relajante y el clima templado parecía haberse puesto de acuerdo con mi deprimente y confuso estado. ¿Cómo podría verlo a la cara después de esto?

Llevé mis manos a mi cara, para que el calor de las palmas de mis manos relajara mis facciones.

– Los mantendré al tanto de mis avances. Espero que la próxima vez, esté de mejor humor. – Informé antes de dejar una última plegaria y acomodar las flores que había comprado para ellos.

Esa noche, el más estoico de mis tutores estaba de pie. Rápidamente miré mi reloj para asegurarme de que no había excedido mi tiempo límite, confirmando que me restaban al menos treinta minutos.

– Aun estoy a tiempo – apresuré
– Lo sé – respondió tranquilamente, colocándose a mi lado, dejando reposar su brazo sobre mi hombro. – ¿Cómo te fue?
– Como imaginarás, fue más bien una especie de monólogo. – Durante todos estos años, incitado por él, había desarrollado la costumbre de visitarlos y hablar con ellos. Fue difícil al principio, pero Shota me había convencido que, aunque no estuvieran presentes físicamente, mis padres siempre serían parte importante en mi vida.
– Estoy seguro que, donde quiera que estén, compartimos el mismo orgullo – deteniendo su paso frente al dormitorio 1A, lo que me generó un espasmo que me recorrió de pies a cabeza.
– ¡Se supone que sería mañana! – al borde de mis nervios, presintiendo lo que se avecinaba
– ¿Te enfrentaste a tres héroes profesionales y le tienes miedo a tus nuevos compañeros? – tomándome por los hombros, obligándome a avanzar
– ¡Esperaba tener más tiempo para procesarlo!
– Tuviste al menos cuatro meses contemplando esa posibilidad – abriendo la puerta.

Las luces se encendieron al compás de los gritos de los allí presentes. Serpentinas volaban en diferentes direcciones y las luces brillantes emitidas por el chico del ombligo láser se reflejaban en todas partes.
– ¡Sorpresa! – gritaron todos al unísono, bueno, casi todos
– ¡¿Esto fue tu idea?! – girándome a mis espaldas
– Por supuesto que no – recostándose de la puerta
– ¡Pero sí mía! – gritó el otro de mis tutores, mientras me abrazaba con fuerza. – Y de ellos
– Nos alegra mucho que estés aquí, Shinso – Midoriya fue el primero en acercarse.
– Habla por ti – no era necesario ver la procedencia de la voz, para saber que era de Bakugou, sentado en uno de los sillones. Otro más con quien tendría que lidiar.
– ¡No seas tímido Shinso! – la de piel rosada se colgaba de mi brazo
– Esto se va a poner bueno – mientras Sero me tomaba del otro disponible

Solo Nosotros Dos 💥 🍰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora