Bakugou
Desde que me desperté sin su presencia a mi lado, debí intuir que algo no estaba bien, comenzando con que dormí más de lo que suelo hacerlo. Era demasiado tarde para salir a correr, por lo que solo me vestí para desayunar. Cuando descendí, no había rastro de él. ¿Dónde estaba?
Apenas tomé bocado por lo que me dirigí a la alacena para tomar algo para comer después. Fue entonces, cuando al fin lo vi. Estaba distraído mirando alrededor.
– ¿Dónde estabas? – tenía la mirada perdida
– No tenía sueño y me levanté antes... – respondió sin siquiera mirarme. Quise continuar, pero, además de la interrupción del cuatro ojos, no parecía tener intenciones de responder, no con la verdad al menos.Ese día ni siquiera se presentó a clases. Solo una vez estuve en el receso, recibí su mensaje y sentía que perdía el sentido del equilibrio. Me retiré al extremo más apartado de la biblioteca para leer detenidamente. "Discúlpame por no dar una explicación más detallada esta mañana. Estaré con mis hermanos unos días. Por bastante tiempo he estado lidiando con sentimientos de culpa, y no quiero que resultes afectados por ellos. Estar contigo es una de las mejores cosas que me han ocurrido en un largo tiempo, y eso me aterra, porque tengo miedo que todo se arruine..." "... y porque no quiero perjudicarte, he decidido lidiar con mis problemas antes de continuar. Solo necesito tiempo para ordenar mis sentimientos. Ya no quiero sentirme vulnerable; por eso, aunque sea repentino, debo alejarme por un tiempo."
Me dejé caer al pie del librero, sin fuerzas. ¿Por qué no me pediste ayuda? Si lo hice antes, ¿por qué no lo haría antes? Me costaba respirar, odiaba sentirme así de impotente. ¿Acaso no te das cuenta de que no soy el único que está preocupado por ti? El maldito nerd, la cola de caballo e incluso el cuarteto de idiotas. ¿Qué te ocurre?
No me atrevía a responderle; no sabría qué escribirle. A lo mejor ambos necesitábamos tiempo. O eso pensaba, pues poco después recibía mensajes de un número que no tenía registrado. Estaba en mi cama mirando el techo. Eran casi las diez de la noche y no podía dormir; en tan poco tiempo me había acostumbrado a conciliar el sueño cuando estaba con él. Como reflejo involuntario y repetitivo de los últimos dos días, revisaba mi celular con más frecuencia. Solo veía mensajes del cuarteto de idiotas, hasta que una hilera de dígitos desconocidos captó mi atención:
"¿Eres Bakugou Katsuki? Soy la hermana de Shoto, Fujumi. ¿Te acuerdas de mí?" Esto era el último mensaje que pensé jamás recibir. La impresión provocó que me sentara de golpe en la cama. "¿Qué quieres?" "Mi hermano siempre mira tú número y desde la última vez que usaste su celular mientras tuvo un episodio, pensé en que, como un preciado amigo para él, quisieras saber cómo está" Y no mentía. Me esforzaba para mantenerme al margen y darle el espacio que quería, pero no me atrevía; temía ser una molestia. "Redundas demasiado. ¿Qué quieres decirme?" "Shoto se encuentra bien..." Debo admitir que leer eso me hizo sentir mejor. "Al tiempo en que Natsuo está en la consola de videojuegos con un amigo de la familia, está mirándolos competir mientras come soba" Maldición, nunca imaginarlo comer esa cosa fría me había hecho tan feliz. "Gracias... Supongo." "Gracias a ti por ser tan cercano a él, luce más feliz y quiero asumir que tú eres la causa." Mi corazón latía con fuerza. "En cuanto le pregunté por ti, su rostro pareció iluminarse. Deben llevarse muy bien." La calidez que suelo sentir con él, se materializó en mi pecho. Quería verlo. "¿Cuándo ese idiota estará de regreso?" "Imaginé que lo extrañabas. Dijo que estaría aquí hasta el domingo" "Bien. Ni un día más." "Así será. Descansa, Bakugou y, muchas gracias por ser su amigo.".
Dejé el celular a un lado. Maldición, mi pulso latía con fuerza. ¿Por qué me sentía tan estúpido... tan feliz?
...
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Solo Nosotros Dos 💥 🍰
FanfictionSinopsis Uno cuya impulsividad sólo rivaliza con su explosiva personalidad; el otro cuya frialdad va más allá de su gélido don, consiguen complementar bastante bien las diferencias que los acercaron sutilmente más de lo que jamás imaginaron, afortun...