Sero
Cuando volví a cobrar el conocimiento, sólo estábamos nosotros tres de pie frente a una puerta ligeramente abierta, y un amargo sabor de boca. Esto solo iba de mal en peor.
Mi amigo Kaminari siempre había sido muy distraído, por no mencionar que es realmente denso para darse cuenta de su alrededor. Si fuera un poco más asertivo, podría notar la forma en la los ojos sombríos del chico de cabello color malva parecían brillar al verlo. Debo admitir que luego de ver su enfrentamiento con Midoriya, solo lo veía como alguien frío y calculador, pero a medida que notaba lo cercano que él y el rubio más despistado que conozco se interactuaban, era evidente que su amistad los había vuelto cada vez más cercanos.
Por la forma en la que Kaminari se refería a Shinso, sería imposible negar que no disfrutaba de su compañía, sin tomar en cuenta que en este último siempre había una sonrisa cuando el rubio estaba cerca. Sin embargo, por el tiempo en el que el pelimalva estuvo alejado, pude notar que, bajo su despreocupada y afable sonrisa, Kaminari lo extrañaba, fue entonces cuando no pude ignorarlo más, alentándolo a establecer contacto con quien consideraba su amigo, y como si de un hechizo se tratase, a partir de ese día, él también parecía brillar en su compañía.
Fue apenas en la primera semana en la que nuestro nuevo compañero se nos unió que mis sospechas fueron confirmadas. Debíamos practicar natación como prueba de resistencia, por lo que mientras nos estábamos cambiando al uniforme de natación, no pude evitar hacer ciertos comentarios.
– El uniforme no te hace justicia, Shinso – y no exageraba. Su cuerpo estaba en muy buena forma al grado que no era ni la sombra del chico que vi por primera vez a comienzos del año. Era posible apreciar todos los músculos de su torso con clara definición... Me pregunto si a esto se le llamaba "envidia". – ¿No lo crees, Kaminari? – apoyándome del chico, quien estaba considerablemente ruborizado
– Sí... M–me adelantaré. – Saliendo a toda velocidad de los vestidores.
– Malditos extras – Bakugou, tan amigable como siempre, azotando la puerta de su casillero
– No tienes por qué sentir celos, Bakubro. Eres el indiscutible ganador de la cintura más estrecha – y las chispas en sus manos no se hicieron esperar. De no ser por el amable Oijiro, estaría carbonizado.Nuestro compañero bicolor salió poco después tras ellos. ¿Es idea mía o el comentario pareció avergonzar al más estoico de los chicos? No pensé que a Todoroki le intimidara el cuerpo de Bakugou, considerando que no tiene nada que envidiarle. Aunque ahora que lo noto, parece tener una leve laceración en el área de su clavícula; quizás se hirió durante uno de los entrenamientos.
Una vez en la alberca, yo no fui el único en notar la estructura muscular del pelimalva
– ¡Eres muy guapo, Shinso! – Mina fue la primera en pronunciarse
– ¡Kero!
– Pierden su tiempo – comentó Mineta, cuando pasaba a mis espaldas. Parece ser que no fui el único en notarlo, aunque a diferencia de él, esto parecía sí incomodarle.
– Deberíamos nadar más seguido – continuó Hagakure. Incluso Yaomomo y Uraraka no podían quitarle los ojos de encima, salvo Jiro, quien como siempre, miraba a la pelinegra. Lo que daría porque me mirara así...
– ¡Sero! – el pelirrojo más animado de la clase se colgó de mi hombro – ¡Te reto a una carrera!
– No están aquí para divertirse – anunció nuestro profesor a cargo – Deberán mejorar su desempeño en diferentes condiciones, y el agua es una de ellas. – Y tras pronunciar esas palabras, la piscina se convirtió en un vórtice en el que debíamos sumergirnos.Está de más decir que cualquier método de tortura no era ni remotamente comparable con ese suplicio. Una vez llegó mi turno, apenas pude mantenerme a flote, ni qué decir de Mineta quien tuvo que ser rescato por Tsuyu, quien se arrepintió de haberlo hecho pocos minutos después por llevar sus manos poco más debajo de su cuello. Si seguía comportándose así, su fecha de vencimiento caducaría mucho antes de lo que imagina.
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Solo Nosotros Dos 💥 🍰
FanfictionSinopsis Uno cuya impulsividad sólo rivaliza con su explosiva personalidad; el otro cuya frialdad va más allá de su gélido don, consiguen complementar bastante bien las diferencias que los acercaron sutilmente más de lo que jamás imaginaron, afortun...