Capítulo 35: De cara al pasado

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Maca se había comprado una prueba de embarazo en la farmacia de camino al departamento de Fátima. Cuando la sacó de su bolsa estaba temblando tanto que su amiga tuvo que quitársela de las manos para ayudarla a abrir la pequeña cajita. La rubia sentía que el corazón se le iba a salir del pecho en cualquier momento. Estaba casi segura del resultado, pues tenía un atraso en su periodo menstrual que no era normal en ella, además, había notado otros cambios en su cuerpo, y si sus cuentas no fallaban debía tener alrededor de seis semanas. Al principio cuando no le llegó la regla no quiso pensar en eso, creyó que sería un retraso por el estrés del nuevo trabajo o que simplemente esté mes le bajaría más tarde. Pero luego de un par de semanas comenzó a preocuparse, y la noche anterior había notado sus senos muy sensibles e hinchados después que salió de bañarse. Eso sin contar las nauseas matutinas que sentía algunos días e intentaba achacar a los nervios del trabajo. Ya eran varios síntomas y no podía seguir simplemente ignorándolos porque sería muy irresponsable de su parte.

—Ve a hacértela. —le dijo Fátima entregándole la prueba que ya había sacado de su caja.

Macarena contuvo el aire y tomó el pequeño test entre sus dedos y caminó hacia al baño sintiendo que devolvería el estómago en cualquier momento. Claro que esta vez era pura y exclusivamente producto de los nervios. Se sentó en el váter y colocó la prueba entre sus piernas, casi la tira de lo mucho que estaba tiritando, y no precisamente porque tuviera frío. Al final logró controlarse un poco y terminar de hacerse el test. Cuando acabó le colocó la tapa de plástico, se lavó las manos y salió a la sala con expresión sombría.

—Tengo que esperar tres minutos. —se sentó en el sofá y dejó la prueba sobre la mesa del centro, la chica pelinegra la miraba en silencio y los nervios también comenzaban a apoderarse de ella, no solo porque se trataba de su amiga, sino porque su amiga era también la pareja de su madre, y sabía que esto podría traerles problemas. —¿Qué voy a hacer si estoy embarazada? —no esperaba que su amiga respondiese, ella sabía sus opciones, solo fue una pregunta para sí misma que hizo en voz alta. —Sí, ya sé que tengo la opción de abortar, y es una opción válida, pero también difícil... no sé si quiero eso, o si deseo tenerlo... yo siempre quise ser madre, pero no bajo estas circunstancias, yo... yo no sé.

Fátima notó que su amiga estaba muy confundida y que realmente en ese momento se estaba cuestionando toda su existencia sin siquiera haber visto el resultado del test.

—Cálmate sí, esperemos a ver el resultado, no te precipites. —le dijo la joven.

Pasados los tres minutos Maca sabía que tenía que mirar la prueba, pero no se sentía capaz.

—Mírala tú, yo no puedo. —pidió la rubia.

La pelinegra suspiró y acortó la distancia desde donde estaba parada hasta el test que descansaba sobre la mesa. Lo tomó entre sus dedos y lo miró.

Positivo.

—Maca.

—¿Lo estoy, verdad?

La chica asintió sin decir una palabra.

—Joder. —Macarena se pasó ambas manos por la cara en una clara señal de frustración. —¿Por qué ahora, por qué así? —se cuestionó a sí misma, al universo, a la vida, podía parecer una situación insignificante para otros, tal vez para ella misma con otra mentalidad o bajo otras circunstancias, pero en ese momento no sabía ni qué debía sentir respecto a ese embarazo.

—¿Qué vas a hacer? —Fátima se sentó junto a ella.

—Es que no lo sé, ¿por qué crees que me he puesto así? Porque no sé qué coño voy a hacer. Yo sé que lo más rápido y fácil para solucionar todo esto sería simplemente abortar. Pero el problema es que no sé si quiero hacer eso.

SOCIEDAD LIMITADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora