Fuiste disparo en el pecho,
metal derramado en el silencio
que fundía mis entrañas.
Fuiste fuego en diciembre,
raíz de un árbol solemne
habitado por arañas.
Fuiste crepitar baldío,
la sonata del dolor y el destierro,
un beso árido y sombrío.
Sesión fugitiva del afecto;
la necedad de asumir el vacío.
Fuiste amanecer un momento
y luego opacidad un milenio
masticando el invierno perpetuo.
Ahora que llueven cristales
y caen muriendo las aves,
perdono tu ausencia y el final,
porque tan sólo fuiste. Nada más.
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Mis insolencias (Retratos y latidos)
PoetryEl mejor retrato de una persona se obtiene al atender a cada locura que surge de su boca, tal vez a base de imprecaciones y verbos con vida propia. A veces sólo basta con dejar que el individuo divague unos minutos, incluso es posible que las insole...