La lengua bífida del tiempo, la que engaña con afilado verbo de fraude, no deja de atosigarme. Cuenta fábulas de logros y virtudes, invitándome a saltar al vacío, y yo, fingiendo estar al margen de la cordura y también de la consecuencia, asiento a todo cuanto dice, manteniendo la ridícula esperanza de que esta vez la caída será indolora.
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Mis insolencias (Retratos y latidos)
PoesíaEl mejor retrato de una persona se obtiene al atender a cada locura que surge de su boca, tal vez a base de imprecaciones y verbos con vida propia. A veces sólo basta con dejar que el individuo divague unos minutos, incluso es posible que las insole...