Baila el viento con los abedules,
presos lánguidos de la tarde de abril
que acarician tímidos cielos azules
con el abrazo de un amante febril.
Ríe la brisa con su paso agitado,
carcajada liviana de residuo vibrante,
capricho de huracán enajenado
que detiene el andar del caminante.
Ruge y canta entre zarpazos de tierra,
cruce que amenaza el silencio hostil
entre brumas y polvo de guerra.
Así es el aire que respiro por ti.
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Mis insolencias (Retratos y latidos)
PoetryEl mejor retrato de una persona se obtiene al atender a cada locura que surge de su boca, tal vez a base de imprecaciones y verbos con vida propia. A veces sólo basta con dejar que el individuo divague unos minutos, incluso es posible que las insole...