Quieren mis ojos desenredar el arte que anida en tu pelo, vasto paisaje de temblores escondidos donde persisten las ánimas de valor sofocado.
Quieren mis dedos ser sol que despierte la fragua dormida en tus manos, empresa de fieras latitudes.
Quiere mi voz dibujar figuras de aliento en tus senderos grises, convertirse en tormenta estelar que derrame luces y flechas precisas en el camino.
Quiere mi beso tibio lazo entre tu boca y la mía; quiere universos de sed; incandescencia y hambre; sutura febril entre la piel y el deseo.
Tanto quisiera. Pero no puedo.
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Mis insolencias (Retratos y latidos)
PuisiEl mejor retrato de una persona se obtiene al atender a cada locura que surge de su boca, tal vez a base de imprecaciones y verbos con vida propia. A veces sólo basta con dejar que el individuo divague unos minutos, incluso es posible que las insole...