Te doy mi beso de fiebre ingrávida y primavera perenne.
Y mi sed, vigor de llama desnuda y mano sin guante.
Tuyo es el vientre, hogar de mariposa incierta que revolotea risueña si aspira tu aroma.
Te doy mis piernas, y todos los caminos andados. Y la piel, con sus accidentadas cicatrices.
Para ti mi voz, verbo frágil e imprudente que sentencia cada ruina del pecho.
Te regalo la caricia, la ilusión de un infante que toca las cosas por vez primera. Y también el perfume de las casas que he habitado.
Te doy la almohada y el colchón, el hueco de mis brazos, la última gota de miel.
Te ofrezco las frases de los mejores libros, las melodías de canciones hechiceras, y hasta la fe escondida en los rincones optimistas.
Te doy los sueños, el lado oculto de mis aurículas y ventrículos, la nostalgia y el empeño, y todas las cosas que perdí.A cambio, sólo quiero tu amor.
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Mis insolencias (Retratos y latidos)
PoetryEl mejor retrato de una persona se obtiene al atender a cada locura que surge de su boca, tal vez a base de imprecaciones y verbos con vida propia. A veces sólo basta con dejar que el individuo divague unos minutos, incluso es posible que las insole...