Respira. Abre tus pulmones y absorbe cada partícula del aire con necesaria e infinita libertad. El pecho y el alma descubiertos, expuestos al mundo. Entrega el corazón, latente y repleto de vida. No dudes ni un instante, libéralo, arrójalo sin contemplaciones al vacío, sin envoltorios ni papel de burbujas. Corre cuanto puedas por senderos y veredas, oliendo flores, acariciando perros y gatos callejeros. Crece aprendiendo, mojándote con la lluvia, abrazando y besando a viandantes y suelos, apuntando en una lista cada ingrediente de tus postres favoritos. Quítate las gafas y lee el horizonte, cuenta estrellas y sumérgete en cada océano.
Desempolva tus entrañas y entonces vive.
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Mis insolencias (Retratos y latidos)
PoetryEl mejor retrato de una persona se obtiene al atender a cada locura que surge de su boca, tal vez a base de imprecaciones y verbos con vida propia. A veces sólo basta con dejar que el individuo divague unos minutos, incluso es posible que las insole...