Se disponen los horrores a gritar en esta noche vacía, entonando naufragios del corazón, crueles y tiránicos. Son ruidosos, igual que los malos vecinos y un paseo por los rincones bélicos del alma, los que nunca duermen, los que amenazan con estallar. Dan golpes sobre paredes que supuran vergüenza y ansiedad, tan devotos del dolor y la dependencia. Y lastiman a base de gozosas oraciones al son de voces antiguas y tictacs mortificantes. Es entonces cuando los recuerdos que una vez fueron tibios se transforman en turbia fatalidad, y lo invaden todo con mortal codicia, como si no fuera suficiente haber arrebatado las bondades de palpitante vigor.
Hace mucho que no puedo dormir.
Hace mucho que no puedo dormir.
Hace mucho que no puedo dormir...
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Mis insolencias (Retratos y latidos)
PoesiaEl mejor retrato de una persona se obtiene al atender a cada locura que surge de su boca, tal vez a base de imprecaciones y verbos con vida propia. A veces sólo basta con dejar que el individuo divague unos minutos, incluso es posible que las insole...