A través de la ventana la luz se impone en casa, cual chispazo vibrante. Basta con apartar las cortinas para contemplarla en todo su esplendor. Y no está sola, la acompaña un intenso color verde que se incrusta de inmediato en el pecho, como si pretendiese curar cada espacio doliente, cada desventura, cada interrogante sin resolver.
A través de la ventana los pájaros se desplazan veloces, motivados por una sensación de completa libertad. Ligeros y ágiles surcan el cielo, ajenos a mi escrutinio, descomponiendo el vacío en las alturas.
A través de la ventana las enredaderas avanzan caprichosas por las paredes de la fachada, sorteando rendijas, persianas y formas rudas. No sé si son conscientes de su humedad, si su penetrante paso, abrazando toda superficie expuesta, tiene un fin concreto. Rojizas sus hojas, informan del transcurso del tiempo, explicando a su manera que la vida no es tan indeleble como nos quieren hacer creer, pero aun así se prestan al avance, amparadas en dios sabe qué para continuar acariciando los rígidos muros.
A través de la ventana la calle se desnuda sin miedo. Hay coches y viento, y semáforos tricolores. Hay voces y ruidos, serenatas del verbo inquieto, poesía del alimento. Puertas que se abren, cruces que te acercan, historias y partículas de fe que imprimen, a veces, remedios a la duda.
La calle está viva. Lo veo en los ojos hambrientos de las aceras, en el buzón que sonríe en el edificio de enfrente, incluso en el vaivén de las plantas del balcón de al lado.
Cuánto daría yo por verme a través de la ventana.
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Mis insolencias (Retratos y latidos)
PoetryEl mejor retrato de una persona se obtiene al atender a cada locura que surge de su boca, tal vez a base de imprecaciones y verbos con vida propia. A veces sólo basta con dejar que el individuo divague unos minutos, incluso es posible que las insole...