¿Y Si Dejamos El Pasado Atrás?[Bakugo X Tu]

capitulo 8

Nárras tu.

Me puse a levantar todas las cosas que habían estado regadas por el suelo.... Esto es realmente agotador pero lo tengo que hacer, después de todo, nunca eh limpiado muy bien que digamos mi habitación. Al llevar la basura afuera me percate de que adentro estaba el muñeco de all might, así que lo levanté y lo metí en mi bolsillo... Hace un rato lo había tirado por qué senti que bakugou me estaba mirando y diría que los juguetes son para bebés y me haría bullying por esto, pero también decidí conservarlo por qué me pareció muyyyyy familiar.
Luego de unos quince minutos de arduo trabajo de limpieza me dispuse a ir con bakugou para avisarle que ya había terminado.
Cuando lo ví me di cuenta de que estaba dormido... Me senté a un lado de él y lo mire un poco, su ceño no estaba para nada fruncido, parecía estar dormido profundamente y su cara se veía bastante apacible, no como es normalmente, esto causo una leve sonrisa de mi parte...
- valla.... Dormido no pareces tan hostil, hasta podría decir que te ves lindo - no sé por qué exactamente pero sentí un gran deseo de tocar su frente y sin darme cuenta ya lo había hecho.
Como si fuera en cámara lenta sus ojos se abrieron y arqueo las cejas.
- ¡Qué rayos estás haciendo! - se sentó sobre la cama rápidamente.
No pude evitar sorprenderme un poco pero actúe lo más normal posible.
- ¡Oh! Me disculpo bakugou, es que te ves tan diferente cuando duermes - me levanté para pararme en el piso - ¿ya viste? Ya la arregle - dije señalando mi habitación.
- uhg - frunció el ceño y se rasco la cabeza - ciertamente se ve diferente - me miro a los ojos.
Mi habitación era un poco amplia, de color azul marino, mi cama es grande, para dos personas, según mi madre que para que estuviera cómoda... A sus lados están buros de color blanco y mi guarda ropa que estaba en frente de mi cama del mismo color, también un pequeño sillón que estaba a la izquierda, un escritorio donde estaban las hojas bien acomodadas y un balcón que tenía algunas flores.
- lo sé... Creo que haré la limpieza más seguido, pero es muy cansado - mi ropa se veía bastante desacomodada así que comencé a acomodarla.
Traía puestos unos jeans negros, una playera roja y tenis blancos con negros, mi estilo no era tan llamativo, bakugou vestía unos jeans azules, un poco holgados y una camiseta negra con un logo de color blanco.
- idiota - dijo un poco bajo - ¿Qué demonios traes en la cabeza? - se me acercó y tocó mi cabello.
Nunca había notado que bakugou es un poco más alto que yo, como diez centímetros...
- ¿Qué tengo? - levanté la cabeza.
En ese instante nuestras caras estaban muy cerca así que me aleje un poco, me mostró una pequeña hoja de árbol - debió caerme cuando salí.... Gracias - tome la pequeña hoja y la puse sobre mi escritorio.
- tsk, ¡Como sea! Fíjate más maldita tonta - sus mejillas se veían un poco rojas.
- ¿Estás bien Bakugou? Tu cara se ve roja.... - iba a tocar su frente pero la voz de mi madre nos interrumpió.
- ¡Niños! ¡La comida está lista, bajen por favor! - hablo desde la cocina.
- ¡Ya vamos mamá! - grite un poco fuerte para que me escuchara.
Luego de eso bajamos a cenar y como siempre mi madre comenzó a hablar.
- Bueno.... Quería decirte algo hija - su voz se oyó un poco extraña así que deje de comer y la mire a la cara.
- ¿Qué sucede? - mire por un momento a Bakugou y luego la mire de nuevo.
Ella no me había dicho para que había invitado al chico de mi lado, pero no le tome importancia por qué aveces viene a mi casa por petición de ella, bakugou pareció sorprenderse un poco pero rápidamente volvió a poner su cara normal.
- Como sabes eh tenido problemas en el trabajo.... El caso es que ya tengo como solucionarlo pero.... - se quedó callada un momento.
- ¿Pero que? Dímelo di lo vas a hacer - insistí, no quería pasar todo el día esperando respuesta.
- Tendré que irme de la ciudad, mi vuelo sale mañana. - por un momento no entendí - me preguntaba si querías ir conmigo, pero.... No quiero molestarte - miro a bakugou que se mantenía neutro ante lo que mi madre decía.
- Ah.... Está bien - recarge mis manos en la mesa - ¿Por eso invitaste a Bakugou? - dije lo más natural posible.
Obviamente me molestaba el hecho de que no me lo hubiera dicho antes, o que me lo consultara, ¿Qué tal i yo quería ir con ella? Además ¿Para que invitar a mi compañero y contárselo a el primero. Esto realmete me molesta de sobre manera, pero no me dejaré guiar nunca por mis emociones, eso es algo estúpido.
El cenizo se sorprendió un poco al ver mis reacciones, ¡Ja! Si supiera lo que siento no me pondría esa mirada tan escalofriante, a mi madre también le impacto mi manera de decirlo, tal vez se escuchaba de lo más desinteresado posible, tengo que aceptar que soy buena en eso....
- (t/n)______, me iré por mucho tiempo, ¿Estarás bien? - repitió ella.
- Si - si ella no había tenido la sensibilidad de decirme eso antes yo tampoco tenía por qué expresar nada...
Mi madre pareció bastante decaída, eso me hizo sentir un poco mal.
- Deseo que te valla bien - le reste importancia y seguí con lo mío.
- ¿Es en serio? ¿Solo eso le dirás? - me miro bastante enojado.
- si, soy lo suficientemente mayor como para quedarme sola en casa, no te preocupes mamá - me molestó un poco que bakugou me hablara de esa manera pero era normal en el así que no podía quejarme.
Luego de eso, durante toda la cena senti como el chico de ojos rubí me miraba con intensidad pero no le dije nada, si de por sí ya estábamos bastante tensos....
La cena concluyó y yo comencé a lavar los platos mientras Bakugou los secaba...
- ¿Por qué eres así se cruel? - preguntó
- Creo que eres el menos indicado para decirme algo así - hablé neutral.
Pude ver de reojo como su mandíbula se tenso.
- ¡pero tú no eras! Tsk ¡Idiota! -
Luego de terminar bakugou se despido y se fue a su casa.
Mientras yo me digia a mí habitación, no quería ver a mi madre.
- ¡Hija! ¿Podemos hablar? - toco mi hombro y señaló que nos sentaramos en la las sillas que son de la mesa.
Yo asentí, quería dormir un rato.
- imagino que la querrás esta noche - cerré los ojos y me relaje lo más que se podía.
- ¡No! Digo si, pero yo quería hablar contigo.... Ya sabes, tú y yo, como una familia - tomo mi mano.
- ah..... Estoy bien mamá, deberías preocuparte por ti...
Podía tocar su mano pero decidí no hacerlo.
Rápidamente comencé a sacar a la estúpida copia de mi cuerpo, esa que tanto me tenía harta, solo por su mera existencia americana aún más la mía.
Todo por mi maldito efecto secundario....

Ahora sí vamos a ver cuál es ese tan molesto efecto secundario ^_^.